En estos últimos tiempos, Matías Urrea se ha convertido en “presa” destacada de la denominada “prensa del corazón” como consecuencia de su condición de ex pareja de la soprano vasca Ainhoa Arteta, con la que ha convivido durante los dos últimos años y que ha finalizado como “el Rosario de la Aurora” debido a las numerosas declaraciones y filtraciones periodísticas interesadas vertidas contra el militar en activo –para conocimiento de escribidores y tertulianos rosas- que pretenden demonizar la trayectoria personal y afectiva de Urrea.
No es cuestión aquí de relatar pormenorizadamente cada una de las múltiples y diversas acciones lideradas por Matías Urrea en favor de la cantante. La relación es prolija y su autoría corresponde única y exclusivamente a Matías para mayor gloria de Ainhoa. Según cuenta el entorno cercano a la artista, allá por el año 2017, en época pre pandemia, Ainhoa “acumula una deuda con Hacienda cercana a los 70.000 euros y una más que considerable falta de liquidez” en las cuentas que a ninguno extraña cuando la oímos presumir en los programas de televisión sobre el precio de los vestidos que luce. Y ustedes, lectores, dirán: Cada uno hace lo que quiere con su dinero. Efectivamente es así, pero hay que asumir que cuando la hucha está vacía no podemos mirar al de al lado y exigirle las responsabilidades de nuestros actos, y aun así lo intentarán para desgracia de mi amigo.
Muchas cosas se han oído y a fe mía que ayudar a gestionar la vida de una “gata sobre un tejado de zinc”, cuanto más arriesgado tiene que ser. Es una pena que Matías no hiciera gala de su experiencia como aviador y al ver tanta luz roja y naranja en su relación tirara de la anilla y se eyectara a tiempo pero la experiencia me dice que los aviadores tratan de salvar el avión o estrellarlo en zona segura para evitar un desastre mayor, y así, muchos son los que perecen en el intento. Esperemos que esto no le pase a un hombre como este, que si algo destacamos los que lo conocemos de antaño es su nobleza como persona.
No es momento de hablar de la carrera de Arteta, ya lo hizo un escritor de revista lirica en Sálvame, y perdonen al que suscribe, pero me he visto obligado a verlo por que hablaban de mi amigo. Un mundo como el lirico actual, donde los grandes teatros internacionales llevan sus obras al cine para disfrute de los profanos, la visibilidad de Ainhoa y su popularidad es importante al igual que lo es en una película y como pensó mi amigo, si este es el camino que siguen los teatros para renovar público y acercar la lírica a todo el mundo, por qué no aproximar el personaje también. Resulta raro que ahora se escuchen voces cuando en pandemia disfrutaban de verla en televisión, cuando además no había forma de verla en ningún sitio al estar los teatros cerrados.
La buena gestión desarrollada por Matías Urrea a lo largo de su vida en común con Ainhoa Arteta no tiene discusión posible y para certificar lo dicho basta con ceñirse a las primeras líneas de esta publicación para saber algo más de la contrastada y positiva labor que acompaña al marino murciano. Y como suele decirse: el tiempo pone y pondrá a cada uno en su sitio
Si (
No(
A favor (
En contra (
