Según la físcalía Anderson Perlaza Caicedo, alias Borojó, era productor y distribuidor de cocaína con destino a Ecuador y México, extorsionador y homicida,además de inculpado por delitos de desplazamiento de personas y ataque a la fuerza pública.
Su muerte fue ejecutada mediante un certero disparo de un francotirador.
El ejecutor estuvo apostado en la selva del departamento de Nariño, en la frontera Pacífico sur con Ecuador, durante 10 días a la espera de los movimientos de las Guerrillas Unidas del Pacífico, lideradas por Borojó.
Según fuentes colombianas, la policía de ese país comnocía que Perlaza se reuniría en el sector de Bajo Jagua con una de sus novias. "Su mayor debilidad eran las mujeres, así pudimos empezar a determinar sus movimientos y puntos de encuentro predilectos".