La Audiencia de Barcelona ha impuesto una condena de prisión permanente revisable al único condenado por asesinar a tiros a dos personas y herir a una tercera el 27 de abril de 2017 en un piso de El Prat de Llobregat (Barcelona), en un ajuste de cuentas entre dos bandas rivales de narcos.
La sentencia condena a Adonis A. por dos delitos de asesinato y otro en grado de tentativa, pero, de acuerdo con el veredicto del jurado popular que los juzgó, lo absuelve de un tercer crimen ocurrido en una nave industrial de Sant Joan Despí (Barcelona), donde un hombre fue atacado por un grupo de personas y asesinado de un disparo en la cabeza.
La Fiscalía, que atribuye los crímenes a un ajuste de cuentas entre bandas dominicanas de narcotraficantes enfrentadas por el control de la droga en Barcelona, llevó a juicio a otros tres hombres vinculados a esos grupos criminales, pero el jurado popular los absolvió de los asesinatos por falta de pruebas.
Solo uno de ellos, Angel M., fue considerado culpable de un delito de pertenencia a grupo criminal por formar parte de la banda de narcos, por lo que la Audiencia de Barcelona lo ha condenado ahora a un año y dos meses de prisión.
De esa forma, el único condenado por los crímenes de El Prat de Llobregat es Adonis A., a quien la Audiencia ha impuesto también 20 años de cárcel -que se suman a la prisión permanente revisable- por el intento de asesinato de la persona que quedó malherida.
También le obliga a indemnizar con 210.000 euros en total a los familiares de dos de las víctimas y abre la puerta a que un tercero pueda reclamar compensaciones económicas por la vía civil.
La sentencia da por probado que Adonis A. no actuó solo, sino que acudió al piso de El Prat junto a "terceras personas no identificadas" que, una vez les abrieron la puerta, "abrieron fuego contra los allí presentes, actuando con la intención de acabar con su vida o siendo conscientes de que la muerte podría sobrevenir como consecuencia natural de su conducta".
Una de las víctimas murió de un disparo en la cabeza, otra fue alcanzada en la espalda y el cráneo y una tercera acabó herida en el cuello, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.
La sentencia considera que los fallecidos no tuvieron ninguna posibilidad de defenderse frente al ataque con armas de fuego, que ocurrió "de forma repentina a inesperada cuando se encontraban en el interior de su domicilio".
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