Los Polanco respiran, la banca al rescate.

En 2010, en plena crisis económica , la familia Polanco respiró después de que Nicolas Berggruen, inyectara a la editora del " El País" 650 millones de euros". Ahora de nuevo el socio americano tendrá que volver a hacer lo mismo para socorrer al grupo Prisa, en caída libre desde enero de 2011 y hasta la fecha, después de que sus títulos hayan perdido casi el 84% de su valor.

En octubre de 2011, la sociedad firmó un préstamo sindicado con cuatro entidades bancarias por importe de 150 millones de euros. Prestamo que renovó cuatro años más tarde por 170 millones, es decir 20 más, con vencimiento en octubre de este año , aunque con pagos incumplidos que debía haber realizado en octubre de 2015 y de 2016. En junio pasado el grupo llamó a sus sus acreedores para iniciar conversaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo de refinanciación.

Otnas Inversiones, la sociedad que los Polanco y Berggruen crearon, es hoy por hoy, una máquina de perder dinero. Desde su creación, la sociedad arrastra unas pérdidas que rondan los 200 millones de euros. De hecho, a 31 de diciembre, Otnas se encontraba en causa de disolución. Una situación que logró solventar en junio después de que las entidades acreedoras cediesen y aplazaran unos pagos, que vencen ahora, en el més próximo.

La familia Polanco participa en Prisa a traves de una sociedad que tiene por nombre Rucandio, en la que a su vez participan otras cuatro sociedades. Pero la familia Polanco, heredera de aquella que pusiera en marcha el creador y presidente del grupo, Jesús de Polanco hace aguas. Prisa hace tiempo que dejó de ser el principal accionista del grupo mediático que agrupa al diario 'El País', la Cadena Ser y la editorial Santillana, entre otras medios . Amber Capital, dirigido por Joseph Oughourlian, adquirió cerca de 40.000 nuevas acciones del grupo, lo que les supone controlar el 18,33% de Prisa. Ello propició que Amber Capital entrara a formar parte del órgano de Gobierno de Prisa que preside Juan Luis Cebrián, pero tambien a situarse accionarialmente por encima de los Polanco que controlan el 17,52% de las acciones del grupo. Así desde la muerte de Jesús de Polanco la situación ha cambiado mucho y no precisamente para bien. Cierto es que el grupo ha reducido su deuda que rondaba los 3.500 millones de euros y que ha pagado a los bancos y entidades acreedoras más de 1.000 entre intereses y gastos. Pero también se han hecho también ampliaciones de capital por valor de 1.300 millones, se han vendido activos por cerca de 3.000 millones, teniendo incluso que desprenderse de Digital+. De su capital humano, se han despedido a cerca de 2.500 empleados y ha permitido un nuevo reparto accionarial con los principales bancos acreedores como La Caixa, el Santander o el HSBC, aunque también han permitido la entrada de entre otras firmas como Telefónica.

Claro que esta situación que les contamos no es de ahora, viene de atrás, de cuando los Polanco acometieran una drástica reducción del 50% del capital de su sicav Nomit Global, una de las sociedades patrimoniales de la familia, tras perder cerca de 400 millones de euros al compás de la crisis económica y del endeudamiento galopante del conglomerado que dirige Juan Luis Cebrián. A partir de ese momento la Junta General de Accionistas de Nomit Global SICAV acuerda dejar de ser una sociedad de inversión de capital variable y convertirse en una sociedad anónima.

Como ven la situación del grupo es caótica, sin embargo la banca sale una vez más al rescate de los Polanco y de su socio americano a pesar de que en cinco años haya perdido más de 200 millones de euros.