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La forma de salir de la pandemia también tiene color “político”, por Rogelio Mena

La forma de salir de la pandemia también tiene color “político”, por Rogelio Mena
La forma de salir de la pandemia también tiene color “político”, por Rogelio Mena
Cuando para la gran mayoría, en esta época de pandemia que aún nos invade, la salud es y debe ser lo primero, y ello, junto a la lucha incansable por preservarla con todas las medidas higiénico sanitarias, mascarillas, hidrogeles, distancia de seguridad y las ansiadas vacunas, también afloran, los menos, que representados por la irresponsabilidad, el negacionismo, la frivolidad, la confrontación y también el deterioro de nuestro sistema de salud, ponen en riesgo a todo y a todos, como la privatizadora Ayuso.
La forma de salir de la pandemia también tiene color “político”, por Rogelio Mena

Los que desde una concepción de progreso y de izquierdas, apostamos hoy, más que nunca, por el reforzamiento de lo publico en general, la COVID-19 nos ha reforzado en nuestras posiciones, y a los detractores, les ha dado un baño de realidad, situando a los servicios sanitarios y singularmente los Hospitales y Centros de Salud, como la primera trinchera en esta guerra contra el enemigo invisible.

No todos los políticos son iguales, ni todos, ante las crisis, hacen las mismas políticas.

Todos los que vivimos la crisis de las hipotecas subprime o hipotecas basura (que en España empieza a visualizarse en el segundo semestre de 2008) y que de crisis financiera en EE.UU, tras infectar a la banca, junto a la burbuja inmobiliaria en España, de crisis financiera, paso a crisis económica, y a crisis social, donde la derecha del PP, finalmente, tras salvar a la banca con dinero de todos aprovechando la coyuntura, se cebó contra las capas sociales más vulnerables y trabajadoras, y ahí tenemos aun la reforma laboral, la precarización y privatización de servicios, el abandono de la dependencia y retrotraernos en conquistas y derechos hasta escenarios predemocráticos, haciendo que nuestros hijos por primera vez en la historia tengan un presente y futuro peor que el de sus padres.

Antes del 2008, era una ofensa ser mileurista, hoy tras los recortes del PP, en el 2021 muchos convenios ya están superados por el salario mínimo como el del Metal de Melilla.

Esta crisis sanitaria, que posteriormente se ha convertido en crisis económica y también social, como consecuencia de la extensión en el tiempo del necesario estado de alarma y medidas que priorizan la vida y la salud sobre todo lo demás, la izquierda española en el Gobierno, con el Presidente Sánchez al frente, está demostrando que a pesar de las dificultades ingentes, y los palos en la ruedas de la derecha política y mediática (PP-Cs-VOX), Sánchez muestra que otra forma de hacer política mirando a los trabajadores y a los más necesitados está siendo posible, manteniendo las industrias, servicios y empresas de todo tipo con los ERTES, junto a innumerables ayudas a todos los colectivos, donde algunos de ellos, han sido la primera vez en la historia que han contado con el respaldo del Estado.

Es verdad que, ante una crisis de esta magnitud, todos los medios son insuficientes, e incluso, los que están en contra de lo público, caballeros de derechas, en estos momentos son los primeros en defender la socialización de las pérdidas, para después sin rubor neoliberal, y sin devolver nada, regresar a la privatización de los beneficios.

También en las crisis, hay ideología, hay partidismo y hay quienes defendemos lo público de calidad para todos y pagado por todos.

Y por el contrario están, los que precarizan lo público y priman lo privado, segregan y discriminan como siempre han hecho, reducen en sanidad, educación, dependencia y el resto de servicios públicos, eso sí, para destinarlos como siempre a los privados.

Para mí, creo que el Presidente Pedro Sánchez, a pesar de las dificultades, lo está haciendo bien, el logro de los 140.000 millones de Ayudas Europeas para recuperar la normalidad es vital para la sociedad y economía española.

Que Salvador Illa ha sido un gran Ministro con estilo, saber estar y mucha educación, huyendo de los ruidos y trabajando por todos, y aunque finalmente no pueda presidir Catalunya por intereses nacionalistas, su mayor reconocimiento ha sido haber sacado más votos que nadie en las elecciones catalanas y haber ganado los comicios a la Generalitat con los socialistas.

Otra cosa es, ahora en Madrid, los herederos de Trump (Ayuso&Vox y Cs), que espero que tengan su premio con la oposición, y también confío, que den los madrileños su respaldo de nuevo, a quien hace dos años gano las elecciones en Madrid, Ángel Gabilondo, que es, recordando al viejo Profesor Tierno Galván, un serio y eficaz político que huye del circo y las alharacas, para preocuparse de lo que quiere y necesita la gente y que antes ya lo hizo como Ministro y próximamente si los madrileños quieren como Presidente.

Y aquí en nuestra tierra, junto a denunciar las tropelías que en el sector público andaluz están cometiendo las derechas, y para muestra los presuntos amaños en VEIASA-ITV, espero, que con Pedro Fernández, flamante nuevo Delegado del Gobierno de España en Andalucía, y con un claro perfil político, además de una dilatada experiencia en la gestión, defienda mejor las políticas de Sánchez en nuestra Comunidad, junto, a que se visualice con nitidez el trabajo del Gobierno Nacional desde el máximo respeto institucional pero con la firmeza que todos demandamos.

Finalmente, quiero recordar a esta derecha que se considera dueña del poder y que vive como una anomalía histórica e histérica que Gobierne Pedro Sánchez en la Moncloa, que les toca sufrir políticas de progreso y avances para toda la sociedad durante algún tiempo más, y ello, a pesar de Ayusos y López Miras, de compras, sobres y corruptelas, porque, aun contando Sánchez con todo en contra, (medios, poderes y partidos de derechas), a término estoy convencido, que las políticas dirigidas a resolver los problemas de la gente y sus derechos le serán reconocidos por la mayoría.

Concluiré recordándole para su pesar a la derecha, que por mucho que lo intenten el corazón lo tenemos todos a la izquierda y para más inri la sangre también de todos es roja como muchos de nosotros.

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