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Diana de Gales y Camila Parker, dos mujeres para la historia.

Diana de Gales y Camila Parker, dos mujeres para la historia.
jueves 31 de agosto de 2017, 12:52h
Dos mujeres tan distintas y tan distantes, unidas por su rango aristocrático.

Cuando el maduro heredero de la corona británica dio el paso que todos esperaban anunciando su compromiso, apareció ella y nos cautivó a todos. Me refiero a una joven y tímida mujer de nombre Diana y que ha pasado a la historia como Diana de Gales.

Diana fue presentada en sociedad al mundo como futura esposa del heredero de la corona británica, Parecía un cuento de hadas hecho realidad. Sin embargo el sueño se truncó con la aparición de Camilla Parker Bowles a la que gran parte de la opinión pública aborreció, simplemente porque no podía entender el por qúe aquella mujer de rasgos baroniles y bastante mayor que Diana había podido encandilar a Carlos de Inglaterra.

Camila Parker la aristócrata malencarada era más que una princesa, la malvada del cuento de Blancanieves.Diana vio su sueño frustrado dentro de aquel palacio que se convirtió en su jaula de oro donde languideció de pena ante los ojos del mundo, que no entendía que había visto Carlos en su rival para enamorarse de ella.

Camilla y su doble vida al estar casada con el que fuera su marido, Andrew Parker Bowles era a ojos de todos la mala de la película, una robamaridos que había destrozado la felicidad de una familia y de la que se convertiría en la futura reina de Inglaterra. Ella y nadie más era la causante de la desdicha de la querida princesa británica que había encandilado a los ingleses.

Diana tenía en su contra no ser una mujer demasiado culta, a su favor ser cercana a los Windsor. Diana era sin serlo el emblema del pueblo llano, la Sisi inglesa, la chiquilla simplona de rasgos bellos que se daba a la gente en causas altruistas. Diana se hizo querer. Camila por contra era esa mujer arisca de gesto adusto que repelía. Diana definía a Camilla como “el rottweiler”. La mujer que calentaba la cama de su marido, la amante perfecta con apariencia de amiga, tan discreta como fría.

Sin embargo a pesar de las diferencias, había algo que les unía. Las dos eran aristócratas, las dos se habían criado y educado en entornos privilegiados donde los sinsabores y desgracias llegan casi siempre por matrimonios interesados, matrimonios de compromiso, basados en factores diversos pero no en el amor. Camilla supo adaptarse mucho mejor a aquella vida de lo que lo hizo Diana, Camila supo llevar su adulterio de alcurnia casi como un asunto de estado, pues cuando se encamaba , no lo hacía con un cualquiera sino con el futuro rey de Inglaterra.

A diferencia de Diana, Camila era una mujer discreta, que evitaba el escándalo . Diana no, Diana decidió romper aquella relación marital hipócrita hasta el punto de separarse de la casa real y airear los trapos sucios. Tiempo después de aquella separación vimos a una Diana sin corona, pero feliz.

Han tenido que pasar muchos años, veinte, desde que Diana muriese en un trágico accidente para que los ingleses vean a la actual duquesa de Cornualles no como la villana en la sombra que impidió la felicidad de la princesa del pueblo, sino como la mujer enamorada que se entregó por amor al que fuera en vida de Diana , su amante.

Faltaba la bendición de los dos vástagos reales fruto del matrimonio entre Carlos y Diana, una bendición que aunque tarde ha llegado para darle a este cuento un final feliz.

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