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Los ubetenses María y Pepe consiguen que su aceite sea reconocido como el mejor por la prestigiosa guía IBEROLEUM 2021

El zumo de aceite "IRENEO" con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo

El zumo de aceite 'IRENEO' con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo
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domingo 28 de marzo de 2021, 11:22h
El zumo de aceite 'IRENEO' con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo
El zumo de aceite 'IRENEO' con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo

En una loma situada en la orilla derecha del rio Guadalquivir se hayan las tierras donde estuviera la mitica colonia Romana de Salaria, también llamada Ubeda la Vieja. Es en ese lugar donde los romanos se dedicaron al cultivo del olivar, en el que hoy, siguiendo la tradición, María y Pepe pusieron en marcha hace apenas cinco años un novedoso proyecto agrícola que la semana pasada obtuvo un merecido reconocimiento.

El zumo de aceite 'IRENEO' con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo
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El zumo de aceite 'IRENEO' con una puntuación de 9,6 sobre 10 ha sido catalogado por expertos catadores como uno de los mejores del mundo

Después de muchas catas sensoriales y varios días de valoraciones, la Guía IberOleum ha publicado por fin los resultados de este 2021.

Esta ha sido una edición especial por el gran número de productores que han participado en concurso y por la alta calidad de los Aoves presentados entre los que ha destacado, obteniendo la máxima puntuación, IRENEO un zumo procedente de una explotación agrícola que desde que dos jóvenes, María y Pepe se hicieron cargo de ella apostaran por estar en perfecta armonía con la naturaleza, iniciando una andadura arriesgada como ha sido la transición de su cultivo, de convencional a Ecológico.

La finca sita cerca de Sierra Mágina y rodeada por restos de murallones, capiteles y frisos de lo que en otro tiempo fuese la rica y floreciente colonia romana de Salaria produce un zumo de aceituna dificil de superar según los expertos catadores que han tenido el placer de saborearlo y otorgarle el primer puesto.

Estos dos jóvenes agricultores que dicen sentirse "satisfechos, abrumados y agradecidos" seguramente no sean conscientes aún de su logro tras obtener una puntuación de 9,6 puntos sobre 10 y ser primeros de su categoría. IRENEO se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes zumos de aceituna del mundo.

Pero llegar hasta el lugar de excelencia que IRENEO ocupa en este momento no ha sido fácil nos ha explicado Pepe, quien al parecer tenía muy claro cuando iniciara su sueño, lo que quería. Lo primero que hizo fue ir eliminando toda clase de productos químicos al objeto de entablar una sincera y cordial armonía con la naturaleza, que con el tiempo le ha recompensado. Así con aportes de cada una de las partes el beneficio obtenido a día de hoy es un hecho constatable como puede verse cuando se lleva a cabo la probatura del jugo y se comprueba su calidad.

En segundo lugar comenzaron a cambiar la manera de cultivar, evitando arañar la superficie de sus campos para crear así un manto vegetal que evitase la erosión y por consiguiente la desnudez de la tierra. Luego pusieron gran interes en todas las actividades relaccionadas con la poda y su picado. Me contaba Pepe "que se realiza cada dos años y siempre antes de la anidada de aves". También han dado gran importancia al abonado de la tierra que se realiza siempre con materia orgánica y no con abonos, pues "sirve además, de control de plagas y evita tener que usar insecticidas". De igual manera IRENEO utiliza como fungicida para las hojas la leche de cabra y el guano, apostando además por el agua clorofila, el extracto de algas, el té de ortiga, verdolaga o esparceta.

Como siglos atrás IRENEO vuelve a cultivar, sin químicos, pero también sin la utilización en la recolecta de máquinas pesadas como vibradoras que dañen la planta, ni varas con las que herir el fruto, trabajandose todo de manera natural.
Medidas como estas son sin duda una nueva modalidad de agricultura por la que estos dos jóvenes agricultores se desviven, poniendo especial atención en la reforestación de la zona que enriquezca y de mayor calidad al suelo en el que se asienta el cultivo, convirtiendo la explotación en una gran huerta natural de la que no solo se benefician los árboles sino un gran número de animales. Así en este bosque de la biodiversidad conviven junto al jaramago, el tomillo y el romero, aunque también, lavanda, rosales, geranios y demás plantas entre las que se encuentran las extintas margaritas que habían desaparecido de la zona y que hoy de nuevo se las puede ver a los pies de almendros, acebuches, encinas higueras, perales, manzanos, ciruelos, naranjos, moredas y olmos que han venido plantando para llenar de aroma este olivar, que es además, el primero tratado con "Ormus" un agua procedente del mar y relacionada con metales preciosos (de ahí su otro nombre "oro Monoatómico") a la que se le atribuye excepcionales propiedades revitalizantes, regenerantes y curativas.
Entienden los promotores de este proyecto, que si IRENEO ha sido galardonado como el mejor zumo, es debido en gran medida a la aportación de un gran número de plantas medicinales, comestibles o silvestres que germinan en aquella tierra gracias a la infinidad de semillas vertidas entre las que se encuentran espárragos, acelgas silvestres, borrajas, hinojos, puerros, leguminosas autóctonas o tagarninas que crecen en el lugar junto a otra multitud de plantas que consolidan el agua clorofilada que dan al aove IRENEO ese aroma y sabor a lloza (almendra verde, manzana y hierba recién cortada).
Se sigue por tanto la tradición de aquel olivar de antaño, que cultivaban en aquel mismo lugar nuestros antepasados romanos y cuyo oro líquido era trasladado tras la morturación por ese río Guadalquivir que baña las orillas de la finca y daba sabor a las cocina de los emperadores. IRENEO es para cuantos lo han probado, un manjar de dioses debido en gran medida a la especial importancia en la que prima por encima de la cantidad, la calidad del fruto.
Visitar IRENEO y pasear por el Olivar es dar placer a los sentidos, comprobar como es posible vivir de una agricultura respetuosa y sostenible como lo hacen Pepe y María.
Gabriel Sánchez Ogayar
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