El “toque de queda” es otro punto abordado por la hostelería al ser partidarios de ampliar el mismo una hora más desde las 22 horas actuales a las 23, porque el segmento de “las cenas” se ve estrangulado con este horario, fomentándose, a juicio de Abellaneda, la implantación de “cenas clandestinas en espacios poco seguros y profesionales con el consiguiente riesgo de contagios”.
Junto a lo anterior también resulta motivo de protesta todo lo concerniente a los llamados “convivientes”. Abellaneda dice que esta medida “es la que menos nos gusta” y recuerda que la pasada semana el listón estaba cifrado en cuatro personas convivientes, y ahora “nos imponen” dos convivientes más en interiores. Está claro, afirma Abellaneda, que “cada día nos están imponiendo medidas muy cuestionables que ponen de manifiesto la ausencia total de empatía y falta de realidad del momento actual de la hostelería” señalando su predisposición a plantear iniciativas defensivas ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia.
Los hosteleros, al margen de discrepar sobre decisiones políticas, también muestran su lado propositivo y en este sentido abogan por mantener el cierre perimetral municipal durante la próxima Semana Santa para evitar posibles contagios al tiempo de seguir solicitando responsabilidad a los ciudadanos y pedir que consuman en Lorca, evitando así largas caravanas en dirección a otros lugares geográficos, recordando que Lorca cuenta con un importante patrimonio histórico que visitar y una inmejorable hostelería para disfrutar.