nuevodiario.es

Localizando el punto G

lunes 28 de agosto de 2017, 17:44h

Todo líder de masas que se precie, tiene su momento de gloria máxima cuando de la multitud le gritan unas féminas aquello de “queremos un hijo tuyo”, y para desgracia de nuestro Mariano aún no le llegó ese momento, el fanatismo a veces perfuma coherencia en la elección del teórico semental, que los liderazgos pasan de moda, pero la vergüenza de haber pensado y exclamado dicha barbaridad, perduraría para siempre.

No creo sentirme culpable de una exageración, si digo que el madurado fruto de la ignorancia colectiva es Rajoy y toda su corte adyacente, que demuestra de forma empírica que la necedad democrática de los sujetos que conforman una sociedad, no nacen con esa malformación, sino que son creados ad hoc por un flujo formativo cuasi doctrinario a rebufo del allanamiento moral que causo la dictadura franquista, cuyas estructuras culturales se mantienen erguidas como la cruz del Valle de los caídos , en combinación perfecta con los modernos medios de distorsión de la realidad en que se ha convertido la propaganda.

Desde que escribo en este periódico digital que me dio amparo, ligo más, me piden matrimonio e incluso las que ya me conocían , me ven más guapo, creo que el tan ansiado punto G femenino se encuentra en lugares tan insospechados como puede ser la cordura o cualquier advenimiento de razón, por pequeña que esta sea, incluso el hartazgo de los lenguajes académicos a la hora de comunicarse contigo en pose de leyente, tienen algo que ver con este magnetismo que aflora de lo simple, este enamoramiento que renace vestido de improvisado encuentro con la normalidad, convertida en sensual arma narrativa.

Empezar hablando del poco erotismo que provoca el gallego entre las damas de la corte, para terminar alabando el buen gusto que tienes, por estar ahora mismo leyendo este relato, más allá de encumbrar mi ego a los altares de la guasa, hace en mi tener cierta esperanza en esta nación , que pernocta en la UVI de la planta de psiquiatría.

Creo que Cataluña debería haber practicado una genuflexión colectiva a su majestad Felipe Vl, aplaudido a Rajoy y toda la cúpula del PP por su asistencia a la manifestación del sábado y si me apuran llenar de banderas españolas ondeando en la brisa del Paseo de Gracia, acompañado por los vítores al gobierno del estado, eso hubiera demostrado nuestra unidad contra el terrorismo, y una imagen impagable para vender al exterior de nuestra fortaleza como nación.
Pero no, la ausencia de reverencia doblando el espinazo, los abucheos a corruptos confesos, apareció junto a mensajes que denunciaban que no se puede vender armas a países que apoyan a los yihadistas y plantarse en una manifestación por la paz al mismo tiempo, convirtiendo la más elemental coherencia en un acto mínimo de rebeldía, que ahora los medios lo venden como rabia radical independentista.
Yo, que fui educado para la práctica de la mesura, la concordia y el buen estilo diplomático del buen rollito, me parece congruente que el público haga saber su desacuerdo de forma pacífica a quien unos por ladrones, otros por mentirosos y la mayoría por desleales al pueblo que financia su elevado status de confort, le hagan saber su queja, de lo contrario en vez de radicales serían psicóticos en estado de agradecimiento a sus mentores precarios-vitales.
Para todo lo demás ya tenemos el tribunal constitucional, la fiscalía te lo afina y la cabra de la legión, para poner algo de cordura.

Gracias por leerme, me alimento de esto.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
2 comentarios