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ISEN-CARTAGENA. PROGRAMA GLOBAL SECURITY CHALLENGES. TERCERA CONFERENCIA (SEGUNDA ENTREGA)

“Hacia una Europa de la Defensa más integrada: la PCSD y la OTAN”, por Miriam Álvarez de la Rosa Rodríguez, Consejera de Embajada de España en Lisboa

“Hacia una Europa de la Defensa más integrada: la PCSD y la OTAN”, por Miriam Álvarez de la Rosa Rodríguez, Consejera de Embajada de España en Lisboa

jueves 07 de enero de 2021, 11:47h

Las instituciones de la PCSD

La PCSD está regulada en el Tratado de Lisboa en los Artículos 41 a 46, así como en los Protocolos 1, 10 y 11, y en las Declaraciones 13 y 14. Las principales instituciones que intervienen en su definición y desarrollo son el Parlamento Europeo; la Comisión Europea; el Consejo Europeo; el Consejo de Asuntos Exteriores (CAE y, para los aspectos militares, el CAE-Defensa: los Ministros de Defensa se reúnen dos veces por Presidencia semestral en el Consejo de Asuntos Exteriores en formación Defensa y de manera informal en reuniones ad hoc en el país que desempeña dicha Presidencia); el COPS (Comité Político y de Seguridad), para la gestión de crisis y el control político y la dirección estratégica de todas las operaciones de gestión de crisis (consiste en la reunión de todos los Embajadores Representantes Permanentes de los Estados Miembros de la UE, que asumen la responsabilidad de la coordinación de las políticas exteriores); el Comité Militar de la Unión Europea (compuesto por los Jefes de Estado Mayor de la Defensa de los Estados miembros. Se reúne con frecuencia semanal a nivel de Representantes Militares Permanentes en el Comité Militar); el Alto Representante de la UE para la PESC, nombrado por el Consejo Europeo por mayoría cualificada y con el acuerdo del Presidente de la Comisión (actualmente es el español Josep Borrell, preside el Consejo de Asuntos Exteriores); para desempeñar su labor, se apoya en un Servicio Europeo de Acción Exterior, el SEAE, estructura sui géneris, diferenciada de la Comisión y del secretariado del Consejo, del que forman parte otros órganos de la estructura de la PCSD.

También en el plano de las instituciones el Tratado de Lisboa endosa la creación de Europea de Defensa, operativa desde 2004, con el mandato de armonizar el gasto en defensa, apoyar la investigación en este mismo campo y apoyar a los Estados miembros en alcanzar sus compromisos de capacidades. Además, la solidaridad política y militar entre los estados miembros de la UE se contempla en una cláusula de asistencia mutua (el Artículo 42.7) y una cláusula de solidaridad (Artículo 222). La primera dispone que si un Estado miembro es víctima de una agresión armada en su territorio, los otros Estados miembros tendrán la obligación de ayudarle y asistirle con todos los medios a su alcance, de acuerdo con el Artículo 51 de la Carta de las NNUU. Ello no perjudicará el carácter específico de la política de seguridad y defensa de ciertos Estados miembros y debe respetar las obligaciones de ciertos Estados miembros (en referencia al papel de la OTAN y su artículo sobre la defensa colectiva). La cláusula de solidaridad, que se introdujo en el contexto de los ataques terroristas de Madrid de Marzo de 2004, dice que “La Unión y sus Estados miembros actuarán de manera conjunta con espíritu de solidaridad si un Estado miembro es objeto de un ataque terrorista o victima de un desastre natural provocado por el hombre”.

La Estrategia global para la para la política exterior y de seguridad de la UE (EUGS)

Se trata de un documento presentado por la entonces Alta Representante, Sra. Mogherini, en Junio de 2016, que sentó las bases para desarrollar aún más la PCSD. La EUGS define el “nivel de ambición”, esto es, lo que la Unión quiere hacer a nivel internacional y su papel como actor global. Su precedente inmediato es la Estrategia de 2003 (tras las guerras de los Balcanes, los atentados del 11-S y la intervención norteamericana en Irak); la EUGS de 2016 confirma proyección internacional de la UE, que se ha ido consolidando en el siglo XXI y ya cuenta con instrumentos y estructuras que la acreditan como un actor internacional, por lo que esta Estrategia lo que hace es integrar sus distintas dimensiones, incluyendo las de seguridad y defensa. La Estrategia determina cinco prioridades para la política exterior de la Unión: I) la seguridad de la Unión; II) la resiliencia estatal y social de los vecinos orientales y meridionales de la Unión; III) la concepción de un enfoque integrado en relación con los conflictos; IV) órdenes regionales de cooperación y V) una gobernanza mundial para el siglo XXI. Fue seguida de un Plan de Implementación – o de Aplicación – de la Seguridad y Defensa, presentado en Noviembre de 2016, como un paquete integral de medidas en las áreas de seguridad y defensa, destinado a traducir en términos operativos la visión definida en la Estrategia Global en lo relativo a la seguridad y la defensa.

La PCSD y la OTAN

En los últimos años se ha reactivado de manera notable la cooperación entre la OTAN y la UE. Ambas iniciaron su cooperación hace más de quince años, pero el gran avance corresponde a los últimos 5 años, aproximadamente. En Julio de 2016, en la Cumbre de Varsovia de la OTAN, las dos organizaciones firmaron una primera declaración conjunta que constituye una visión compartida sobre el modo en que ambas organizaciones actuarán conjuntamente frente a las amenazas para la seguridad común. En los años siguientes se firmaron nuevas declaraciones conjuntas. Su cooperación se centra en 7 ámbitos estratégicos: ciberseguridad, amenazas híbridas, cooperación operativa (incluidas las cuestiones marítimas), capacidades de defensa, industria e investigación, maniobras coordinadas y creación de capacidades. En Diciembre de 2016 el Consejo de la UE y la OTAN refrendaron un conjunto común de 42 propuestas y en Diciembre de 2017 ambas organizaciones adoptaron nuevas propuestas de actuaciones concretas en ámbitos como la lucha antiterrorista, Mujer paz y seguridad, y movilidad militar.

Pero OTAN y UE son dos organizaciones muy distintas. Una, la primera, es una organización político-militar, basada en la defensa colectiva (Artículo 5 del Tratado de Washington, solo activado una vez en la historia, tras los atentados del 11-S); la UE es un proyecto mucho mayor, con un calado y unas consecuencias mucho más tangibles para los ciudadanos. Si estamos desarrollando una Europa de la Defensa, no será en menoscabo dela Alianza Atlántica, todo lo que estamos haciendo ahora mismo en la UE no perjudica en absoluto lo que hace la OTAN, sino que lo refuerza: se trata de aprovechar sinergias e intercambiar apoyos e información. Se podría decir brevemente que la OTAN se encarga de la defensa colectiva y la gestión de las grandes crisis militares; la UE de la gestión de las misiones civiles y las operaciones militares fuera de sus fronteras y el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, de la seguridad dentro de ellas.

Perspectivas de futuro

Si todo va como se espera y no hay nuevas crisis graves como lo fue la gravísima crisis migratoria de 2015, que afecten el desarrollo de la PCSD, podría hablarse en el futuro de una mayor autonomía estratégica de la UE. Es lo que han reflejado, por ejemplo, Francia y Alemania en el Tratado de Aquisgrán de Enero de 2019. De ese desarrollo se beneficiará el vínculo transatlántico, equilibrando cargas y responsabilidades entre las dos orillas del Atlántico. Ahora bien, de ahí a poder decir que en el medio plazo la Unión Europea contará con un Ejército Europeo es, probablemente, ir muy lejos.

¿Qué implicará el Brexit?

En el ámbito de la defensa, se podría decir que el Reino Unido no ha contribuido en general de una manera particularmente destacada a las operaciones militares de la UE y ha sido probablemente uno delos países tradicionalmente más reticente al desarrollo de la PCSD. Pero por el hecho de que sea miembro permanente del CSNU, que sea un Estado nuclear, que tenga unas capacidades excepcionales en el ámbito de la defensa, que sea Aliado de la OTAN, va a tener sin duda impacto en su relación con la UE a partir de su salida de la Unión. No participan más en la toma de decisiones una vez que han salido de la UE, pero la relación será sin duda estrecha.

¿Qué va a pasar con la PCSD?

Hay que seguir avanzando en el enfoque integrado, combinando herramientas civiles y militares, en el Sahel, en el Cuerno de África, etc. El mapa del despliegue de las operaciones actuales revela muy bien dónde están los riesgos y amenazas. La UE, a través de la PCSD tiene que estar preparada para garantizar la distribución de ayuda humanitaria, para garantizar entornos seguros y estables para las poblaciones, para impedir la destrucción completa del Estado y, finalmente, para formar a las fuerzas de seguridad de los países de tal forma que ellos puedan asumir progresivamente esa seguridad. Para que la PCSD sea capaz de hacer frente a estas tareas, tendrá que ser capaz de superar o sortear factores externos: proliferación de conflictos que sature la capacidad de reacción, poder atender a la futura demanda de operaciones PCSD, disponer del adecuado nivel de recursos financieros o humanos necesarios, relación con terceros Estados y OO.II., etc.

Dada la naturaleza volátil de la política, es probable que la evolución no sea lineal y que haya altibajos, marcados por sucesos tanto internacionales como internos, de la propia Unión, que compliquen la formulación de una política exterior común. Pero si hemos llegado hasta aquí tras 70 años de esfuerzos, debería de ser lógico pensar que la PCSD solo puede avanzar, procurando una Unión Europea más segura para sus ciudadanos al tiempo que refuerza la seguridad en su vecindario. Irá en beneficio de todos.

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