Ayer lunes, El Incoloro analizaba las pretensiones que Marruecos-USA e Israel pretenden quitarnos por la vía rápida la Base Naval de Rota para trasladarla a las provincias saharianas y con ello la pérdida de 2000 militares estadounidenses y una riqueza de 444 millones de euros generados en 2019. Como suele decirse coloquialmente “hasta que no lo vea no lo creo”. Por tanto confío en no tener que asistir a este desagradable pacto urdido a tres bandas contra España y que parece más una burda maniobra de Marruecos para hacerse oír.
Hoy martes voy a referirme a Cartagena, volviendo así al comienzo de esta entrega que considero positiva para los intereses generales de la Región de Murcia y más concretamente de Cartagena como consecuencia de su importante e indispensable presencia e influencia en los mapas geoestratégicos.
Resulta triste y penoso no haber conseguido aún para Cartagena acoger una base de la OTAN o alguna representación de la Alianza, hecho que podría considerarse como “un pelotazo” por las indudables repercusiones positivas que la presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte tendría para esta zona.
El primer paso sería promover un Centro de Excelencia para Operaciones Especiales, aprovechando la presencia de la Fuerza de Guerra Naval Especial, el Arma Submarina y la Escuela de Buceo. España solo dispone del Centro de Excelencia de la OTAN del C-IED para la formación en la lucha contra los explosivos improvisados en Hoyo de Manzanares (Madrid), así como el embrionario Centro de Excelencia sobre “legal resilience” ubicado en la Universidad Católica de Murcia, UCAM.
Este concepto nuevo “legal resilience” empleado por la OTAN debe de entenderse como la habilidad de un estado y sus estructuras para detectar, prevenir y, si fuera necesario, resistir, gestionar y recuperarse de un desafío disruptivo, también desde una óptica estrictamente jurídica.
Una vez establecidos estos dos Centros de Excelencia, el siguiente paso sería asegurar la presencia de fuerzas de la OTAN en nuestro territorio. La operación pasaría por entregar el “Muelle del Carbón” al Puerto de Cartagena a cambio de construir la ampliación de la Estación Naval de La Algameca, que hasta 1991 albergó precisamente una base para las tropas norteamericanas. Ante el fallido proyecto del Gorguel, La Algameca cuenta con la profundidad suficiente, buenos accesos e instalaciones para submarinos de la OTAN y para las prácticas de este nuevo Centro de Excelencia de Operaciones Especiales de la OTAN.
En esta misión la responsabilidad de liderar el proyecto corresponde al Estado Mayor de la Armada.
CODA
Comentan miembros de las FAS residentes en la Bahía de Cádiz, más exactamente de la Armada Española, que los militares norteamericanos asentados en esta zona no dudan en preferir Rota frente al Sáhara ante un hipotético traslado de su lugar de trabajo. Y otra interrogante sobre el perfil de países aliados también queda respondida taxativamente: Estados Unidos ve más fiable a España que Marruecos.
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