Joaquín Abenza: “Las grandes empresas de comunicación no se dan cuenta de que cuando se le da oportunidad al mundo del misterio se convierte en una de las mayores fuentes de audiencia”

“Los primeros divulgadores de estos temas supieron tratar historias increíbles contadas por testigos creíbles, desde un enfoque serio”; “Un informador que persiga influir en las creencias de su audiencia está traicionando los principios de la imparcialidad”; “En mi caso prefiero el calificativo de periodismo de “ciencia de frontera”; “En mi programa se puede ofrecer fantasía en sentido creativo si, pero morbo jamás”; “Sin duda el fenómeno OVNI tiene muchísimo interés para la mayoría de los que siguen este tipo de programas o revistas”; “El fenómeno OVNI, que ha ido evolucionando con la historia de la humanidad, siempre ha presentado aspectos desconcertantes, por eso es tan interesante y tan atractivo”; “La radio tiene un componente imaginativo que es ideal para estas materias”; “La experiencia de 30 años de programa nos dice que el misterio interesa por igual a todas la edades, niveles de formación y estrato social”; “Solo espero que los gobiernos no tengan la tentación de controlar este universo virtual más allá de evitar delitos, por supuesto”; “Ahí debe estar el buen hacer de los profesionales que sepan usar los recursos audiovisuales a su disposición para hacer más atractivos los contenidos sin pasar la línea del espectáculo por el espectáculo”; “El misterio nos hace ser libres porque nos lleva a preguntarnos la causa de todo”.

P.-Está claro que Fernando Jiménez del Oso y sus primeros programas en tv nacían con vocación de inaugurar un nuevo periodismo centrado en los misterios de la ciencia, de la espiritualidad, la salud o la historia, en aquellos años tan difíciles de los medios para ocuparse de estos temas

P.-¿Creer o no creer debería ser una decisión del lector y nunca una imposición del informador?

R.-Así es. Un informador que persiga influir en las creencias de su audiencia está traicionando los principios de la imparcialidad. Nuestra misión es buscar la noticia (o el caso de interés), comprobar su realidad, analizarlo objetivamente y ofrecer los hechos y si es posible los resultados de las investigaciones, luego que cada cual saque sus propias conclusiones. Es inevitable, ciertamente, que en alguna ocasión esa transmisión de la información se haga con mayor o menor ilusión en función del grado de entusiasmo que el tema pueda provocar en el informador, pero eso no debe impedir mantener el rigor.

P.-¿Se podría calificar los que trabajáis sobre estos asuntos como ‘periodismo de lo desconocido’?

R.-Se podría calificar así, aunque en mi caso prefiero el calificativo de divulgación de “ciencia de frontera”, ya que considero que los temas que tocamos en “El Último Peldaño” son aquellos a los que la ciencia no ha encontrado todavía una explicación, lo cual no significa que no la vaya a encontrar en un futuro, no hay nada fuera de la ciencia. En nuestro programa no solo hablamos de OVNIs y de parapsicología, también dedicamos mucho espacio a la arqueología, la física de vanguardia, la astronomía, la astronáutica, la exobiología y en general todos aquellos ámbitos del conocimiento en los que se están abriendo caminos en estos momentos, las “fronteras”, en definitiva.

P.-Aquí sí se que se da el morbo, la fantasía, ¡pero vende!

R.-Fantasía en sentido creativo si, pero morbo jamás, por lo menos en mi caso. No solo me parece innecesario sino que lo rechazo de plano. Es lamentable ver como hay quien utiliza el morbo para atraer audiencia, supongo que con ello intentan compensar la ausencia de talento. Los temas que tocamos cada semana en el programa tienen en si mismos y en sus contenidos tanto interés que no necesitan nada mas para ser atractivos. En cualquier caso la audiencia que demanda morbo no es el objetivo de nuestro programa. Una investigación bien realizada, aunque tenga como conclusión la resolución de un caso y por tanto la destrucción de un mito, es tan fascinante que tiene mas interés que cualquier trama escabrosa.

P.-¿El interés por los ovnis a nivel general ha sido el tirón para captar audiencia o lectores en este tipo de periodismo?

R.-Sin duda el fenómeno OVNI tiene muchísimo interés para la mayoría de los que siguen este tipo de programas o revistas. Yo creo que para la mayor parte de la población representa un misterio muy atractivo, independientemente del grado de interés que cada uno tenga sobre el mismo. Muchos son los científicos que se han pronunciado a favor de las posibilidades de vida en otros planetas y por tanto sería viable que alguna civilización extraterrestre haya evolucionado lo suficiente como para llegar con sus naves (tripuladas o no) a la Tierra. Pero los OVNIs son un fenómeno muy complejo y muy antiguo y no tienen una explicación única, cada vez surgen mas teorías que intentan encontrar su origen y los investigadores no se ponen de acuerdo. Es un fenómeno que ha ido evolucionando con la historia de la humanidad y que siempre ha presentado aspectos desconcertantes, por eso es tan interesante y tan atractivo.

P.-Este tipo de prensa dónde se ofrece con más comodidad y difusión ¿en la tele, la publicación impresa o la radio?

R.-Todos los medios son válidos para este tipo de información. Tenemos grandes ejemplos de éxito en todos ellos. Yo diría que son complementarios y todo depende del buen hacer de quien conduzca los programas o redacte el artículo en cuestión. En mi caso, por razones personales, yo prefiero el medio radiofónico. Creo que la fuerza de la palabra en la transmisión de este tipo de información es muy poderosa. Además la radio tiene un componente imaginativo que es ideal para estas materias. Por mucho presupuesto que tenga un programa de TV siempre estará limitado a la hora de recrear casos o ambientes mientras que en la radio es el oyente el que construye en su mente la visión de la historia que le están contando, y esa recreación mental es la que cada uno quiere (o la que su subconsciente le genera), sin limitaciones de escenarios, actores o efectos especiales. En la radio, sobre todo en la que se hace en horario nocturno, el oyente puede cerrar los ojos y dejarse llevar, algo imposible en TV o prensa escrita.

P.-¿Hay un interés concreto, quiero decir, un sector de la sociedad concreto interesado o es más interés global, generalizado?

R.-La experiencia de 30 años de programa nos dice que el misterio interesa por igual a todas la edades, niveles de formación y estrato social. Es muy agradable para mi comprobar cuando hacemos programa en directo con asistencia de público en enclaves con historia de la región, como se acercan a saludarnos personas diversas, tanto jóvenes como mas mayores, porque la atracción por lo desconocido y el misterio es universal.

P.-¿Las RRSS han contribuido al posible interés por estos temas?

R.-Mas que contribuir al interés se han convertido en una buena herramienta para su difusión. Antes era muy difícil encontrar la oportunidad de tener tu propio programa de radio o TV, o que te publicaran un artículo en una revista; hoy cualquiera puede colgar sus audios en un “podcast”, tener un canal en “YouTube”, o publicar una página web o un “blog”. Es verdad que ahora lo complicado es hacerse visible en un océano de oferta informativa y que lógicamente no toda esa oferta tiene los mínimos de calidad deseables, pero la oportunidad está ahí y es cuestión de saber jugar con las cartas adecuadas. Podríamos decir que las redes sociales (e Internet en general) han “democratizado” el universo informativo. Solo espero que los gobiernos no tengan la tentación de controlar este universo virtual más allá de evitar delitos, por supuesto.

P.-¿Se puede dar más el sentido espectáculo -ficción en este sector del periodismo por sus temas tratados?

R.-Si, puede darse ese caso. La propia naturaleza de los contenidos se puede prestar a ello, pero ahí debe estar el buen hacer de los profesionales que sepan usar los recursos audiovisuales a su disposición para hacer mas atractivos los contenidos sin pasar la línea del espectáculo por el espectáculo. Hacer buenas recreaciones de casos misteriosos como hace, por ejemplo, “Cuarto Milenio” es una gran herramienta para ofrecer la información de una manera más entendible para el gran público, pero siempre con rigor y fidelidad a la realidad, cosa que ellos hacen muy bien.

P.-Pero si es más atractivo ofrecer, o es muy buen caldo de cultivo para fabricar fake news o elaborar informaciones interesadas desde las páginas o los espacios audiovisuales dedicados a estos asuntos

R.-Bueno, como en todos los sectores de la sociedad hay quien hace un mal uso de un medio en su beneficio. Es difícil de evitar. Yo quiero apostar por los que hacen un trabajo serio, honesto y riguroso, porque ello conlleva una labor didáctica para la audiencia, que le va a ayudar a distinguir a los que ofrecen calidad y rigor de los charlatanes. Diciendo siempre la verdad ayudamos al publico a distinguir la verdad de la mentira. Al final la historia (y la audiencia) pone a cada uno en el lugar que le corresponde.

P.-¿Realmente un comunicador como tú se cree todo lo que informa, comunica o tiene que comunicar o informar de lo que le viene de las fuentes? ¿Eres el primero que tiene q creer en lo que transmites? Hablamos de este sector del misterio, de lo desconocido.

R.-Lo que yo creo es que los temas de los que informo tienen interés y por lo tanto merecen ser difundidos exponiendo la realidad de lo que sabemos hasta ese momento, sin ocultar nada al oyente. También ofreciendo explicación a aquello que tras la investigación correspondiente ha sido resuelto. Yo creo en las personas. Los testigos que aparecen en el programa contando sus historias creen firmemente en lo que dicen. Eso no quiere decir que las cosas sean siempre como se cuentan, sabemos que la verdad no es única y que siempre hay matices, pero solo entrevistamos a aquellos testigos de los que estamos seguros que no mienten. En mas de una ocasión hemos conseguido dar explicación a casos que se nos han presentado y casi siempre los testigos nos han agradecido que hayamos podido ayudarles a entender lo que les sucedió.

P.-Por qué ese interés en saber, en conocer lo misterioso, lo desconocido, si con lo que está cayendo, ¿no tenemos suficiente?

R.-Porque es una necesidad vital del ser humano. Alguien tan poco sospechoso de superchería como fue Albert Einstein dijo una vez que “el misterio es lo mas maravilloso que existe, porque es la causa de toda ciencia y todo arte verdaderos”. En definitiva el misterio es lo que hace avanzar a la humanidad y por ello está en la esencia de la especie. También es lo que nos hace ser libres porque nos lleva a preguntarnos la causa de todo. Por eso también ha sido perseguido (y sigue siendo) por quienes no quieren que pensemos y no hagamos preguntas.

P.-Si es verdad que las RRSS han contribuido en quizás tomar más interés social por estos temas

R.-Como gran caja de resonancia que son han ayudado a la difusión de los temas del misterio, como los de todo tipo, por eso a quienes han buscado en las redes esta temática le han ayudado, pero también es cierto que en ocasiones han tenido el efecto contrario ya que en las redes se han posicionado corrientes poco científicas (terraplanistas, antivacunas, fanáticos, etc.) que han creado mucha confusión. Ese el problema de la red, contra eso solo podemos recomendar formación, cultura y espíritu crítico.

P.-¿Qué plataformas digitales o Medios de Comunicación o RRSS son más propicios para desarrollar programas o espacios mediáticos sobre estos asuntos?

R.- Pues hay muchas, yo creo que cualquiera que permita la libre expresión de quienes quieran publicar es válida (siempre dentro del respeto y la legalidad, por supuesto). Plataformas en Internet como Ivoox, Spotify, YouTube, etc. se han convertido en altavoces para muchos divulgadores que están llegando con sus propuestas al gran público. Ente ellos hay grandes valores y también cosas poco interesantes, claro está. Pero yo soy de los que por encima de todo se queda con la radio clásica, con sus micrófonos, sus estudios insonorizados, sus técnicos , y todos aquellos componentes mágicos que obran el milagro que comienza al encenderse la luz roja que indica que estamos “en el aire”.

P.-¿Es una ciencia lo suficientemente importante para organizar un espacio audiovisual o impreso ciertamente con periodicidad frecuente?

R.-Claro que si. Sin entrar en cuestiones de rentabilidad económica por supuesto, pero no cabe duda que tienen todo el interés y la demanda necesaria para ser objeto de espacios audiovisuales, publicaciones, y en general cualquier manifestación mediática. A veces las grandes empresas de comunicación tienen unas “orejeras” basadas en lo políticamente correcto y la ignorancia que les lleva a despreciar este tipo de temas, sin darse cuenta de que cuando se le da oportunidad al mundo del misterio se convierte en una de las mayores fuentes de audiencia.