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"La Lengua en la Escuela", por Pedro Cuesta Escudero, Doctor en Historia Moderna y Contemporánea y autor de “Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra”

'La Lengua en la Escuela', por Pedro Cuesta Escudero, Doctor en Historia Moderna y Contemporánea y autor de “Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra”
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domingo 29 de noviembre de 2020, 11:08h
'La Lengua en la Escuela', por Pedro Cuesta Escudero, Doctor en Historia Moderna y Contemporánea y autor de “Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra”
La expansión y desarrollo de los Medios de Comunicación y de transporte que recortan las distancias y el viajar en un mundo con una economía globalizada, obliga al conocimiento y uso de varios idiomas. Se impone, pues, no el bilingüismo, sino el plurilingüismo. Además, formamos parte de una comunidad, la europea, donde la variedad idiomática es extraordinaria. Lo que nos compromete a dominar varias lenguas para estar más cerca unos de otros. Y en el mismo Estado español hay otras lenguas que son tan españolas como el castellano, por lo que todos estamos obligados a conocer, respetar y preservar.
'La Lengua en la Escuela', por Pedro Cuesta Escudero, Doctor en Historia Moderna y Contemporánea y autor de “Por una escuela pública de calidad. Bases para una educación íntegra”

Sabemos que para ser engendrados, nacer y poder seguir viviendo ha sido imprescindible la actuación de los otros. Es decir, primero descubrimos a los “otros” y después se encuentra uno a sí mismo con ellos y con las cosas. Lo que llamamos cosas son ya interpretaciones que vienen dadas por el entorno en que se vive, son importadas por la sociedad a la que se pertenece. O sea, las creencias que sostienen nuestras vidas, los esquemas mentales con los que se entiende la realidad, la lengua con la que nos comunicamos unos con otros son de carácter social, vienen de la sociedad en la que estamos instalados. Es decir, nuestra vida es estrictamente individual, única, pero constitutivamente está hecha de sustancia social. La sociedad nos afecta, sin sociedad no hay vida humana. La lengua forma parte de nuestro propio ser como persona, que nos da sentido de comunidad. Y la comunidad se delimita en un territorio, luego hay que preservar la lengua de ese territorio, que es esencial para todos sus habitantes. Aunque la mayoría de las comunidades son multiculturales, hay que dar prioridad a la lengua propia de cada territorio y evitar a toda costa la confrontación de lenguas, las cuales existen para entendernos, no para separarnos.

¿Qué tiene que ver Madrid para que el catalán sea la lengua instrumental en las escuelas de Catalunya? La Presidenta de la Comunidad de Madrid ha ordenado una recogida de firmas en defensa de la preeminencia del castellano en Catalunya, al igual que hizo, no hace mucho, el Partido Popular contra el recién aprobado Estatuto de Autonomía. Dio lugar, como se sabe, a la declaración de independencia y a un conflicto que nada beneficia a nadie. Afortunadamente una gran mayoría de la sociedad catalana sigue el ejemplo de muchas naciones europeas que, superando los odios que causaron las guerras mundiales, supieron entrelazar sus intereses económicos, sociales y políticos para generar la Comunidad Europea y poder competir con las grandes comunidades como EE.UU. China o Rusia. Y, es más, ante enemigos de toda la humanidad como es el Covid19 se hace más necesario que nunca el esfuerzo y la cooperación de todos.

El estudio de las lenguas

El estudio, pues, de varias lenguas ya no es un lujo, es una necesidad. Lo que debemos tener en cuenta a la hora de reelaborar la organización escolar, porque es en la escuela donde se debe abordar esta problemática, ya que los niños/as aprenden los idiomas con más facilidad y entusiasmo que los adultos. En la evolución del lenguaje los niños/as reproducen maravillosamente todo cuanto escuchan a su alrededor y se apoderan con mayor facilidad que los adultos de la lógica del lenguaje. Son aptitudes que con la edad se van perdiendo.

El primer contacto con cualquier idioma ha de ser siempre en el ámbito oral, pues no hay nada más eficaz para aprenderlo que oírlo y hablarlo. El profesorado ha de dominar con gran fluidez la lengua que enseña. No vale que, como es para pequeños, cualquiera sirve con tal de que tenga unas nociones del idioma a enseñar. En este caso es una pérdida de tiempo, como hasta ahora viene ocurriendo, pues es muy frecuente que después de estudiar una lengua varios años apenas si se llega a chapurrearla.

La expresión escrita es un estadio que viene después. La última fase es el estudio gramatical. El fracaso del estudio de las lenguas es debido a que se invierten los términos y se inicia con la gramática, cuando aún los alumnos/as poseen un vocabulario pobre. Una vez familiarizados los niños/as con el uso del lenguaje oral es llegada la hora de iniciarles en la lengua escrita. Hemos de tener en cuenta que no se debe enseñar a los alumnos/as a escribir mientras no hayan alcanzado la facilidad lectora, que suele ser sobre los cinco y seis años de edad, a caballo entre la etapa infantil y la primaria. Antes de esas edades hay que enseñarles a pensar y a saberse expresar, pues las primeras fases del pensamiento se ejercitan practicando el lenguaje, hablando y oyendo hablar. Al mismo tiempo que se enseña a escribir se enseña a leer, pero siempre empezando por la escritura, y así se evitan las frecuentes faltas de ortografía que se suelen cometer.

El estudio sistemático de la ciencia del lenguaje, la Gramática, debe empezar cuando ya el alumno/a tiene sus facultades intelectuales bastante desarrolladas y ha adquirido suficiente facilidad en el uso del idioma. Para la enseñanza de la Gramática hay que proceder siempre del ejemplo a la regla, de la práctica a la teoría, de los ejercicios del lenguaje (dictados, redacciones, lectura comentada, análisis) al conocimiento de las leyes gramaticales, para luego, invirtiendo el camino, pasar del conocimiento de las leyes a su aplicación y comprobación. O sea, se recorre el camino dos veces: de ida y vuelta, de ida mediante el análisis y de vuelta por la síntesis. El objetivo es hablar y escribir con facilidad y precisión. El principio general de que la enseñanza en general ha de ser lenta y repetida, tiene aplicación, más que en ninguna otra, en la enseñanza del lenguaje.

El que se sea muchos años estudiante no quiere decir que se hayan adquirido técnicas de estudio. Cuando empiezan a haber contenidos más complejos, es cuando se pone de manifiesto que muchos alumnos/as flojean porque no saben estudiar. El alumno/a ha de saber cómo acceder a la información, cómo extraerla, ha de aprender a resumir, ha de tener una buena comprensión lectora. Al alumno/a hay que enseñarle técnicas eficientes de procesamiento de textos que afecte, no sólo a la cantidad y calidad de la información extraída de dichos textos, sino también a la comprensión de dicha información. Y comprender es integrar e interpretar, es crear significado. Lo más fundamental es la comprensión de la lectura.

Distribución del estudio de las lenguas a lo largo de la escolaridad

Luis Vives y la mayoría de los pedagogos dan capital importancia a la lengua materna. Pero teniendo presente lo mejor para el niño/a es la experiencia y la ciencia quienes dictaminarán la lengua que se debe utilizar en el primer año de la etapa infantil con los niños/as nacidos aquí, pero de padres emigrantes que hablan otro idioma. Pensamos que se deberán plantear problemas de tipo técnico a los profesores/as de esa etapa infantil. Sin embargo, cuanto antes se les debe iniciar en la lengua instrumental del centro escolar para cuando se inicie el segundo ciclo de la etapa infantil (3 años) ya la dominen con la suficiente soltura. El conocimiento hablado de la lengua extranjera se debe iniciar a los cuatro o cinco años. Creemos que una segunda lengua extranjera se debería comenzar a impartir en el segundo curso de la secundaria, en vez de hacerlo en el primero como muchos piensan, para evitar que haya demasiada dispersión en el paso a la secundaria, que es una etapa que se caracteriza por la diversidad de materias y de profesorado.

Concretando, en P4 (párvulos de 4 años) se debe iniciar el lenguaje oral de la primera lengua extranjera en un aula ya ambientada adecuadamente para su mejor aprovechamiento. Durante P5 se debe iniciar el estudio de la escritura y lectura del castellano para que al finalizar 1º de Primaria ya escriba y lea con cierta soltura. En el segundo ciclo de Primaria (3º curso) se enseña a leer y escribir el primer idioma extranjero. En el segundo ciclo de la ESO y en el Bachillerato se podrá utilizar dicha lengua extranjera como lengua vehicular en la enseñanza de alguna materia. En el segundo curso de la ESO (Educación Secundaria obligatoria) se inicia la segunda lengua extranjera, mientras que los hijos de los emigrantes deberían aprender la escritura de la lengua de sus antepasados, si no lo han hecho aún.

Si durante 3º de la ESO se hace un estudio de cada una de las Comunidades Autónomas, se reservan para 4º de la ESO aquellas comunidades con lengua propia para que todos los alumnos/as de España conozcan sus culturas y lenguas, por ser un patrimonio de todos y para acabar con desencuentros y los malentendidos que propicia la ignorancia.

Distribución de las lenguas en las autonomías con lengua propia

En las Comunidades con lengua propia se debe iniciar su estudio cuanto antes por ser la lengua instrumental durante toda la escolaridad en esa Autonomía. A los cuatro años se debe comenzar el castellano hablado y un año después la primera lengua extranjera en aulas debidamente acondicionadas y motivadas. En P5 y primero de Primaria se enseña a leer y escribir la lengua propia de dicha Autonomía, al tiempo que se seguirá trabajando oralmente el castellano y la primera lengua extranjera. En el segundo ciclo de Primaria se enseñaría a leer y escribir el castellano y en el tercer ciclo se haría lo propio con la primera lengua extranjera. En el segundo ciclo de la ESO y en el Bachillerato se deberían impartir materias en castellano y en la primera lengua extranjera, aunque sin llegar a superar la mitad de las asignaturas.

Para los hijos/as de los funcionarios que eventualmente son destinados a las Comunidades Autónomas con lengua propia se deben crear centros ad hoc donde el castellano sea la lengua instrumental de la enseñanza, Y los que llegan a vivir a esas comunidades con la escolaridad ya empezada tendrían el castellano como lengua instrumental, pero con un estudio intensivo de la lengua propia de esa comunidad para que, cuanto antes, puedan reintegrarse en la marcha normal del centro.

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