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"La prueba del ADN de Colón", por Pedro Cuesta Escudero, autor del libro “Mallorca, Patria de Colón”

'La prueba del ADN de Colón', por Pedro Cuesta Escudero, autor del libro “Mallorca, Patria de Colón”
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jueves 05 de noviembre de 2020, 10:03h
'La prueba del ADN de Colón', por Pedro Cuesta Escudero, autor del libro “Mallorca, Patria de Colón”
'La prueba del ADN de Colón', por Pedro Cuesta Escudero, autor del libro “Mallorca, Patria de Colón”
Varios diarios como El Español o Granada Digital comentan que en los próximos meses se sabrá el verdadero origen de Cristóbal Colón, pues los resultados del estudio del ADN de Cristóbal Colón que lidera el Catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada José Antonio Lorente se darán, por fin, a conocer. Esa investigación será convertida en película documental y una miniserie por RTVE en colaboración con Story Producciones y la UGR y la Universidad de Granada y cuyo estreno está previsto en torno al 12 de Octubre de 2021. Pero antes, en el mes de Mayo de 2021, coincidiendo con el 515 aniversario de la muerte de Cristóbal Colón, se ofrecerá una rueda de prensa en la Universidad de Granada en donde se dará todo tipo de información. Todo esto contando con que la pandemia que padecemos no retrase los objetivos.
La identificación genética apoyada en el estudio del ADN (ácido desoxirribonucleico) se basa en tres tipos: el nuclear autosómico proviene de ambos progenitores y es diferente en cada persona, excepto en los gemelos univitelinos. El nuclear, del cromosoma Y, es heredado del padre por todos los varones y, por tanto, idéntico en todos los ascendientes y descendientes masculinos. El mitocondrial, por ser de herencia exclusivamente materna, permite seguir la línea familiar femenina.

El proyecto de abordar el análisis del lugar de procedencia del descubridor de América surge de una propuesta del Profesor del IES “Virgen de la Nieves” de Granada, Marcial Castro. Dio lugar a la formación de un equipo multidisciplinar liderado por el Director del Centro de Genética de la Universidad de Granada, el Doctor Lorente. Este equipo se propuso establecer de manera definitiva el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón y el lugar donde se encuentran depositados sus restos.

El trabajo de investigación se empezó a realizar en el 2001. La primera fase se centra en identificar los huesos de Cristóbal Colón en las dos tumbas oficiales que tiene, la de la catedral de Sevilla y la de Santo Domingo en la República Dominicana. Es que los restos de Colón han pasado por muchas vicisitudes. Colón murió el 20 de Mayo de 1506 y fue enterrado en la capilla de los Condes de Cabra, en el convento de San Francisco de Valladolid (hoy desparecido) En 1509 su hijo Diego mandó trasladar los restos de su padre al Monasterio de Santa María de las Cuevas, más conocido como la Cartuja de Sevilla, probablemente por el cariño que sentía Colón a ese lugar. Como el Almirante había ordenado que fuera enterrado en las tierras descubiertas, María Rojas Toledo, viuda de Don Diego Colón, embarcó en 1537 ¿? los huesos de su esposo y los de su suegro para ser sepultados en la Catedral de Santo Domingo. Al ser cedida en 1705 la isla a Francia tras el tratado de Basilea son exhumados los restos del navegante para ser enterrados en la catedral de La Habana. Pero en 1898, con motivo de la independencia de Cuba, se trajeron esos restos a la catedral de Sevilla.

Los restos de Colón en Santo Domingo pueden ser auténticos

Hemos de tener en cuenta que para evitar la irreparable pérdida por asalto de piratas o por hundimiento del barco por alguna tormenta, no se solía embarcar completos los cadáveres cuando tenían que ser traslados por mar. Es por ello que los restos que hay de Colón en Santo Domingo también pueden ser auténticos, aunque aquí las autoridades no autorizan ningún tipo de estudio o investigación, ya que no les interesa arriesgar su autenticidad por el extraordinario interés turístico que tiene el poseer los huesos del primer europeo que llegó al continente americano.

Gracias a un permiso excepcional, el Doctor Lorente consiguió en 2003 exhumar los restos mortales de Cristóbal Colón custodiados en la Catedral de Sevilla. La investigación genética se ha tenido que centrar en esos escasos restos (como mucho un 20 o 30% del esqueleto) contrastándolos con el ADN mitocondrial (el procedente de la madre) de los restos de Diego Colón, hermano del descubridor. A pesar de encontrarse estos despojos en un estado muy deteriorado por infiltraciones de agua en la Cartuja donde estaba enterrado, se observó que tienen una absoluta identidad, luego son hermanos. Lo que demuestra también que los restos que hay en la Catedral de Sevilla corresponden a Cristóbal Colón. Por otra parte se contrastaron el cromosoma Y del Almirante y el cromosoma Y de Hernando Colón, guardado también en la Catedral de Sevilla, resultando exactos, por lo que se pone de manifiesto que Cristóbal Colón es el padre de Hernando Colón.

Tras este proceso inicial el Doctor Lorente tomó la decisión de parar el estudio. “Tras tener acceso a los restos óseos de los personajes mencionados – explica- , lo primero que encontramos era que tanto la cantidad de material accesible como, sobre todo, la calidad del mismo era muy mala. La primera parte de la investigación se pudo hacer porque exigía una técnica más básica que las que se han de tratar para saber algo del origen de los restos. Aun así, se utilizó una cantidad de material (fragmento de hueso) muy grande y ese fue el momento (2005) en que decidí, como director y coordinador, parar la investigación. Y lo hice porque había técnicas buenas, pero poco eficientes, y corríamos el riesgo de quedarnos sin fragmentos de hueso para posteriores estudios”.

Se depositaron los huesos de Colón en la sala blindada de la Universidad de Granada y el Doctor Lorente marchó a EE.UU. para aprender los nuevos adelantos que se realizaron en este campo de la genética a partir del hundimiento de las Torres Gemelas. Y diecisiete años después el equipo que lidera el Doctor Lorente considera que ha llegado el momento de retomar las investigaciones que puedan llegar a descubrir el verdadero origen de Cristóbal Colón, porque ahora hay tal desarrollo científico y técnico que permite abordar con garantías de éxito el estudio de este reto histórico.

O sea, la segunda parte de la investigación, de dónde era Cristóbal Colón, está en marcha. Se están desarrollando estudios de dos tipos. Uno, aplicando el ADN del cromosoma Y en 477 personas de apellidos Colom de la zona de Cataluña, Valencia, Baleares y sur de Francia, así como el apellido Colombo de la Región de Liguria y Lombardía en Italia. Con ello se pretende encontrar una posible relación entre el ADN del descubridor y descendientes colaterales que habitan en esas zonas, siempre y cuando el apellido Colón, Colom o Colombo le viniera al descubridor por vía paterna. Pero si el apellido lo toma por vía materna esa línea de investigación no llega a conclusión alguna. No queda más opción que corroborar la “teoría mallorquinista”, o sea que la madre de Cristóbal Colón fue la mallorquina Margalida Colón y el padre Don Carlos, el Príncipe de Viana. Y aquí se puede aplicar el cromosoma Y de Cristóbal Colom o el de su hijo Hernando aplicándolo al Príncipe de Viana.

Tesis italiana

El Doctor Lorente afirma que si ninguna de estas dos líneas de investigación no coinciden con la genética de los restos de Colón, prevalecerá la tesis italiana, aunque en Italia no haya restos de familiares directos a los que recurrir para hacer el cotejo.

Se ha recurrido al ADN mitocondrial de Doña Blanca de Navarra, que era la madre de Don Carlos, el Príncipe de Viana, para comprobar si los restos óseos que hay en su tumba de Poblet son los de su hijo. Pero se ha puesto de manifiesto que no encajan con la momia que se presumía de Príncipe de Viana. Todas las secuencias de ADN mitocondrial pertenecen a individuos distintos.

Como se sabe, tras el abandono de los monjes del Monasterio de Poblet como consecuencia de las desamortizaciones que hizo Mendizábal en 1836, los ladrones de tumbas las asaltaron para apoderarse de los anillos, collares, cadenas u otras joyas de los restos mortales de los reyes allí enterrados. Los sacaron de sus tumbas y los dejaron esparcidos por el suelo de la iglesia. Mosén Antonio Serret, el Rector de la iglesia de la vecina localidad de Esplugas de Francolí, recogió esos restos desperdigados y los amontonó bajo la escalera que sube al coro de la parroquia de su pueblo. Este hecho llegó a oídos de la corte de Madrid que alertó a los encargados del Patrimonio. La Reina gobernadora María Cristina emitió una Real Orden el 3 de Mayo de 1840 ordenando que se recogieran esos restos. Pero nada se hizo al respecto.

En 1855 Pedro Gil y Serra que había comprado las fincas desamortizadas de Poblet al enterarse del estado en que se hallaban los despojos reales costeó ataúdes de madera donde fueron depositados sin ningún criterio antropológico esos restos y los envió a Tarragona para ser acogidos en la catedral. La ciudad de Valencia reclamó los restos de Jaime I a lo que Tarragona respondió con la promesa de hacer en el plazo de dos años un monumento funerario digno de los reyes de la Corona de Aragón. Se arrancaron los elementos arquitectónicos de las tumbas de Poblet y en carro, sin previa colocación y protección, llegaron a Tarragona en un estado de casi total destrucción. Esos elementos se quedaron en el Ayuntamiento de Tarragona y nadie se volvió a acordar de ellos hasta 1894 en que fueron trasladados al museo Arqueológico Provincial de Tarragona a una sala destinada a objetos medievales. En 1930 se creó el Patronato de Poblet para recuperar las piedras y obras de arte que aún quedaban. En 1940 se restauró la vida monástica y el Ministerio de Educación se hizo cargo de la restauración de los sepulcros reales.

Tres exposiciones

Terminado con éxito el trabajo se organizaron tres exposiciones, en Madrid, Zaragoza y Barcelona. El traslado se hizo en camiones descubiertos y en uno de los viajes cayó una tromba de agua ocasionando graves daños. Finalmente en 1952 se inauguran en Poblet la obra de los sepulcros y en cuyo interior se introdujeron los restos humano sin ningún criterio antropológico. Por tanto es imposible hacer cualquier análisis de identificación genética, como se ha comprobado con los restos óseos que se creían del Príncipe de Viana.

En Poblet están enterrados los Reyes de la Casa de Trastamara, Fernando I de Antequera y su mujer Leonor, Juan II, padre de Don Carlos, y su segunda esposa Juana Enríquez, que, de no ser por ese popurrí, hubieran servido para identificar el origen de Colón. Pensé que Alfonso V el Magnánimo, tío del Príncipe de Viana, que murió en Nápoles en 1458 podría servir para el análisis. Y así lo reflejé en el libro “Mallorca, patria de Colón”. Pero después he sabido que en 1671 el virrey de Nápoles obtuvo permiso para trasladar los restos de Alfonso V al Monasterio de Poblet. Y, por tanto, tampoco ofrecen ningún tipo de garantía.

Pero queda un último recurso, el cadáver de Fernando II. El Católico era hijo de Juan II y, por tanto, hermano por parte paterna de Don Carlos, el Príncipe de Viana. Y como se sabe el cromosoma Y es idéntico en todos los ascendientes y descendientes masculinos. Al morir Fernando el Católico en 1516 fue enterrado en la iglesia parroquial de Madrigalejo, pero poco después sus restos mortales fueron trasladados al Convento de San Francisco de Granada junto a su esposa Isabel la Católica donde previsionalmente estarían hasta que fuera acabado el monumento funerario que el Conde de Tendilla había encargado en 1514 al genovés Doménico Fornelli. Este labró con mármol de carrara un sepulcro doble, con los bultos de los yacentes, en Génova. Y al acabarlo en 1517 lo llevó a Granada. Y cuando en 1521 se terminan las obras de la Capilla real, adosada a la catedral de Granada, se colocó el monumento funerario en dicha capilla y se enterraron los cuerpos en la cripta. Por eso, más que un monumento funerario se trata de un cenotafio, porque los cuerpos están enterrados aparte. Si los análisis se llevaran a cabo con los restos de Fernando el Católico y dieran resultado positivo, tendríamos que el principal responsable de crear una nebulosa sobre el origen de Colón, sería el único que nos ha permitido resolver esta incógnita.



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