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 Editorial: Susana Díaz pretende colocar al amo y señor del Rubio como jefe de su guardia pretoriana en el Congreso.

Editorial: Susana Díaz pretende colocar al amo y señor del Rubio como jefe de su guardia pretoriana en el Congreso.

jueves 07 de marzo de 2019, 13:24h

La expresidenta andaluza tiene un objetivo, resistir hasta las elecciones generales esperando que la suerte no acompañe a Pedro y los resultados lo desalojen de la Moncloa. Dicho de otro modo Susana Díaz quiere que el PSOE pierda las elecciones generales. Pero por si este plan fallara, quiere a los suyos colocados en la bancada del Congreso y a la cabeza de estos a Pradas, uno de los dirigentes que tumbaron a Sánchez al que vemos en la foto frente a la sede socialista del municipio sevillano de El Rubio, controlando quien vota y quien no.

"Era de esperar, los que la conocemos, sabemos que ademas de rencorosa y vengativa, no es de fiar". Esta frase dicha por un militante socialista de la agrupación de Triana resume lo que la mayoría de militantes socialistas de Andalucía piensan.

Diáz se ha quitado la careta del acuerdo y la fraternidad para lanzarse a cara de perro contra su enemigo, Pedro Sánchez, y le reta a imponer a los ministros como candidatos. De hacerlo le acusará de desoír a la militancia.

Tiempo atrás, algunos miembros del Gobierno y entre ellos Ábalos pidieron la cabeza de Susana Díaz, sin embargo Pedro Sánchez intentó reconducir la situación y les recomendó prudencia, por eso de no hacer leña del árbol caido. Hoy la vida que el Secretario General de los Socialistas le dio a Susana, se le ha vuelto en su contra.

Sánchez no estaba dispuesto a dividir al PSOE andaluz más de lo que ya lo estaba y abogó por una solución pactada con la dirección del PSOE-A, o lo que es lo mismo con ese clan familiar que desde hace casi 40 años rige el destino de los andaluces, mediante la colocación de los suyos en los puestos de mando. Tal fue la entrega que SáncheZ cedió incluso, que fuese Susana Díaz, la que confeccionara las listas a las elecciones autonómicas. Ella cogió el testigo y machacó a todos los sanchistas, sacándolos de las listas. Hoy aunque en la oposición, los que están en el parlamento andaluz por encima de socialistas, son susanistas.

Sin embargo la cosa no queda aquí, ahora Susana Díaz quiere trasladar su extrategia al Congreso. Así, si Sánchez gana, Díaz tendrá a los suyos colocados y ella podrá mostrar su fuerza. Pero si pierde o incluso si gana y no gobierna, hará que estos, pidan su cabeza.

El desafío de Susana Díaz a Ferraz está acentuando las tensiones internas en el Gobierno socialista y en la dirección federal del PSOE. Son muchos los que reclaman una actuación urgente contra la baronesa.

Visto ahora, los que abogaron por esperar y entre estos el propio Sanchez, ya son conscientes de haberse equivocado.

Destacados miembros del Ejecutivo que le pidieron a Pedro Sánchez la cabeza de Susana Díaz, hoy lo hacen de nuevo.

Susana Díaz ya dejó claras sus intenciones en aquella rueda de prensa en Sevilla en la que mostró su intención de seguir al frente del partido y de volver a presentarse como candidata en Andalucía. “La voluntad de los militantes se expresó en unas primarias y en un congreso regional donde tuve el respaldo de mis compañeros” dijo mirando a la Moncloa. “Sé que voy a tener a todos a mi lado para devolver al PSOE al Gobierno de la Junta” quiso dejar claro. En ese acto Susana estaba arropada por los mismos que ahora de su mano pretenden tomar la bancada socialista del Congreso.

En Ferraz hubo quién entendía que se debía intervenir la federación andaluza. En ese entonces seguramente la intervención estaba justificada, recordemos que la responsable del fiasco andaluz no era otra que Susana Díaz (ella adelantó las elecciones, organizó la campaña y confeccionó las listas) , ahora ya es tarde para hacerlo, pero no para echarle narices y desde Ferraz vetar como hizo ella con los sanchistas en las elecciones andaluzas, a los propuestos y puestos por Susana Díaz.

Miembros del Gobierno y de la dirección del PSOE exigen “caras nuevas” que muestren la voluntad de cambio en Andalucía. Susana es evidente que no quiere cambio, le va su puesto en ello.

Desde Ferraz se valora si entrar o no en una guerra interna, más que nada por estar tan cercanos los comicios municipales y autonómicos y apuestan por una solución pactada con el PSOE andaluz para dar paso a un proceso tranquilo de renovación interna, al que Díaz se opone.

Desde el PSOE-A, se justifican diciendo " defender su soberanía frente a Ferraz en la elaboración de las nuevas candidaturas", algo que si bien puede ser cierto esconde el verdadero objetivo que no es otro que blindarse y no perder el sillón.

Díaz se siente fuerte, tiene el apoyo de los secretarios generales provinciales, son gente servil y agradecida, no en vano le deben el escaño en el parlamento... y el sueldo.

Así las cosas, Sánchez se debate entre rendirse o presentar batalla. Rendirse significa dar la espalda a los que en Andalucía montaron plataformas y le apoyaron, que si bien están dispuestos a dar su apoyo a Sanchez no lo harán dando su voto al Pradas de turno.

Presentar batalla y designar desde Ferraz a los cabeza de lista , aunque también dejará votos susanistas en el camino, es sin duda la menos mala de la solucciones, ya que dejará claro que no es Susana y su clan quien manda en el PSOEA.

Que Susana no es de fiar, tal y como dice ese militante trianero, es según parace por como se mueve una realidad. Un día después de que la lideresa andaluza le lanzara un guiño y se presentara en el mitin del presidente del Gobierno en Granada, le lanza un nuevo reto a la dirección federal del partido, desoyendo la peticion de Ferraz para incluir como número 1 de la lista por Sevilla a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ( en teoría susanista) aunque también su posible sustituta.

Montero es ya más que su contricante, su enemigo y en su lugar, Díaz propone a Antonio Pradas, diputado y fiel escudero, natural del Rubio, pueblo que su familia lleva gobernando desde hace 26 años y uno de los dirigentes que dimitieron de la Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez para forzar su dimisión en septiembre de 2016. Recordemos que Pradas fue parte activa en la conjura promovida por los barones que sacó a Sánchez de Ferraz. De hecho fue como cartero de Susana llevando las 17 dimisiones de la Ejecutiva de Sánchez al registro de Ferraz.

Pradas se presentó en la sede socialista para mostrarle Sánchez la puerta de salida.

Si de algo se quejan muchos socialistas es de la tibieza mostrada por Pedro Sánchez. Esta es tal, que ha permitido que Susana le vuelva a poner la soga al cuello.
La baronesa ya no le dice a nadie " lo quiero muerto" es ella la que blande el cuchillo para matarlo con la ayuda claro está, de Antonio Pradas, el candidato más votado en las 116 asambleas locales del PSOE sevillano.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, han quedado en los puestos diez y once, respectivamente. La dirección provincial del partido también ha relegado a Francisco Salazar, director de Análisis y Estudios de la Moncloa. Ambos entraron en la Ejecutiva Federal tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias.

Culminado el proceso participativo, será la dirección sevillana, liderada por Verónica Pérez ( la máxima autoridad del PSOE) la que se presentará en Ferraz para dejar claro que Susana está viva, coleando y con el cuchillo entre los dientes.

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