Comenzamos poco a poco a relajarnos en las medidas, tanto en las que impulsa el Gobierno, como en las higiénicas que dependen única y exclusivamente de nuestra responsabilidad. Y tal y como estaba previsto ya han comenzado los primeros rebrotes tal y como os contaba ayer.
Parece que la vuelta a la normalidad, la de siempre, nos hace olvidar las 28.000 víctimas que “oficialmente” ha habido y las graves secuelas que esta crisis sanitaria nos ha dejado. Pero también me preocupa que ya no se oiga hablar de los tests masivos porque el bicho sigue vivo y no podremos tener una vuelta a la vida normal sin saber si estamos contagiados. Sólo la podrán tener aquellos que la han pasado y ya tienen anticuerpos. Y no quiero ni pensar que recaiga sólo sobre ellos, por ejemplo, la vuelta al trabajo presencial como me comentaban el otro día algunas personas que afortunadamente ya lo han superado.
En la Comunidad de Madrid, Torrejón de Ardoz, una de las ciudades más castigadas por la pandemia, ha instalado dos carpas para que sus habitantes se puedan realizar las pruebas de manera voluntaria y para ello ha contratado personal sanitario que se dedicará únicamente a eso. Una iniciativa del Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular. Parece que Pozuelo de Alarcón, el municipio con la renta per cápita más alta de España, también se los realizará entre los días 8 y 27 de Junio previa solicitud. Ambos municipios con el beneplácito de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Y es que si no empezamos a cerciorarnos de quién puede estar contagiado, con síntomas o no, el riesgo de repunte sigue siendo muy alto, especialmente si uno es asintomático. Dicho esto, también es cierto que quienes nos hemos hecho las pruebas y hemos dado negativo somos susceptibles de cogerlo, así que las precauciones se deben mantener.
Me asombra cómo el Ministerio de Defensa, tras la campaña mediática sobre los deportistas que fueron a los Campeonatos Mundiales Militares, aún no les ha hecho las pruebas. Les han ofrecido la posibilidad de solicitarlas y muchos de ellos lo han hecho ya pero todavía, a día de hoy, no se las han hecho. Y no creo que sea tan complicado ya que son algo más de cien los que estuvieron en Wuhan a finales de Octubre. Pero ya se sabe, las cosas de palacio van despacio.
Está claro que mientras no se aíslen a los enfermos de covid en hospitales destinados para ello y haya otros libres de enfermedad para realizar asistencias de otro tipo, la cosa va a estar complicada. Es triste que tengan que ser iniciativas puntuales de los ayuntamientos las que ofrezcan a sus ciudadanos la posibilidad de hacerse las pruebas. Y entiendo perfectamente que no todas las familias están dispuestas o pueden invertir sesenta euros por cada uno de sus miembros para hacérselas de manera particular. Pero hacer las pruebas de una forma masiva permitiría aislar automáticamente a aquellas personas que lo padecen, tengan síntomas o no. De momento y desgraciadamente todo parece indicar que los casos de Torrejón y Pozuelo son meramente anecdóticos.
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