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CRONICAS DEL CONFINAMIENTO: EL DARDO EN LAS PALABRA, por Beatriz Rodriguez, periodista

CRONICAS DEL CONFINAMIENTO: EL DARDO EN LAS PALABRA, por Beatriz Rodriguez, periodista
viernes 29 de mayo de 2020, 11:34h
Me aterra ver los informativos y escuchar las lindezas que se dedican nuestros políticos y cómo se escudan en las palabras para justificar todo. Y me acuerdo del libro de Fernando Lázaro Carreter “El dardo en la palabra”, no tanto por su contenido que son artículos periodísticos, como por su título porque son dardos envenenados las palabras que salen de la boca de los políticos, sean de la formación que sean. Parece, que en la dialéctica política, la palabra se ha centrado más en el insulto y en la descalificación que en las propuestas y el entendimiento. Y con esta situación de crisis sanitaria y económica esos dardos se lanzan con más fuerza, directos al corazón y para clavarse en el centro de la diana.

Considero tristísimo que un discurso brillante como el pronunciado en el hemiciclo por Cayetana Álvarez de Toledo se tenga que ver empañado por esas bajezas dialécticas aunque sean ciertas. Pero como estoy harta de oír que todos los que no piensan como Iglesias son unos fascistas, le han dado un poquito de su propia medicina y eso supongo que duele. Puedo comprender, que todo el mundo tiene su corazoncito, y llega un momento en que no se puede poner siempre la otra mejilla y menos antes un “moderado” y suave Pablo Iglesias que se permitió llamar Marquesa en repetidas ocasiones a Cayetana mientras él convive con una cajera convertida en Ministra, en un chalet de lujo, con chófer, ambos con sueldo de por vida y con cinco coches de la Guardia Civil en la puerta de su casa. Eso sí que es vivir como un Marqués, aunque a él esa palabra le quede muy grande.

Esa misma Guardia Civil es la que el Ministro Marlaska está machacando también con la palabra y de facto. Las palabras “pérdida de confianza” y “restructuración” cobran un nuevo sentido en su boca porque dan cabida a todos los tejemanejes que este Gobierno está haciendo para intentar ocultar una serie de pruebas y que determinadas actuaciones no salgan a la luz. Para compensar, tres palabras maravillosas pero también envenenadas “subida de sueldo”. Yo no soy Ministra ni Economista pero no hago más que oír dinero para esto, dinero para aquello…pagar los ERTES, la renta mínima, subida de sueldo para la Guardia Civil…de momento los primeros pagos y más urgentes que son los ERTES no se están pagando al día y el resto de propuestas quedan pendientes, entiendo, que sujetas a que al resto de los ciudadanos nos suban los impuestos porque no se de dónde van a sacar tanto dinero. Palabras, palabras y más palabras. Dicen que el papel todo lo aguanta y gracias a Dios existen las hemerotecas para recoger tanta palabra vacía, bonita por fuera y con contenidos que se adaptan a las necesidades momentáneas del Gobierno pero que desgraciadamente no están contribuyendo a estabilizar al país.

A los políticos les pediría palabras más certeras, altura de miras, talla política y una mayor catadura moral. Esto nos pasa por coger de compañeros de viaje a extremistas y rupturistas.

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