Las malas relacciones entre Ayuso y Aguado no son de ahora sino de mucho atrás aunque ahora se hayan hecho más virales.
Allá por noviembre del pasado año durante una comparecencia en la que conmemoraba los primeros cien días del Ejecutivo formado por Partido Popular y Ciudadanos Ciudadanos por boca de Aguado ya mostró su creciente desconfianza, tal fue así que durante la ceremonia, la presidenta insinuó que su vicepresidente era incoherente, mientras que éste amenazó con resquebrajar el Ejecutivo después de que Ayuso conminara a Aguado a “no utilizar la Asamblea contra el propio Gobierno”instándole a no hacer seguidismo de las “iniciativas de izquierda”.
Ante estas acusaciones, el líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, aseguró ante los micrófonos de la Cadena SER que no son “un ejército”. “Por delante de un acuerdo de un Gobierno y por delante de unos presupuestos están nuestros principios, nuestra ética y nuestros valores”.
En enero el nombramiento de Miguel Ángel Rodríguez agudizó el malestar y la desconfianza entre Díaz Ayuso y Ciudadanos.
La presidenta regional llevó este martes la designación de Rodríguez como su jefe de Gabinete sin que su socio de Gobierno ni ningún consejero estuviera al tanto, ante lo que el vicepresidente Ignacio Aguado manifestó su "disconformidad" a pesar de que Ayuso intentara vender que habían limado asperezas.
"Respetamos el nombramiento, pero no lo compartimos y hemos expresado nuestra disconformidad", dejó claro Aguado cuya relación con Miguel Ángel Rodríguez no son nada buenas después de que esta acusara a su padre de haber cobrado un contrato de 102.000 euros de la Asamblea de Madrid como represalia a la postura que mantuvo Ciudadanos apoyando la comisión de investigación de Avalmadrid.
"Estas declaraciones son impresentables y no tienen ningún tipo de fundamento" respondieron desde Ciudadanos al que fuera portavoz del Gobierno de José María Aznar, y el responsable de la campaña electoral de la presidenta Díaz Ayuso que claramente le premia con un puesto de asesor.
Tras aquella decisión desde la formación naranja consideraron que aquella designación era un "claro ataque" de Ayuso a Aguado.
Desde ese momento el distanciamiento entre presidenta y vicepresidente han ido a más y el distanciamiento entre Ciudadanos y PSOE, a menos, agravando más si cabe la desconfianza que siempre ha sobrevolado entre los socios de Gobierno.
Antes de ayer el pulso por la desescalada en Madrid y el apoyo de Ciudadanos al PSOE en el congreso volvía a tensar la cuerda desatando otra guerra entre Ayuso y Aguado cuando la presidenta decidió que el Gobierno regional madrileño solicitaría acceder a la fase y para colmo comprobara la insistencia de Ciudadanos en sus llamamientos a Gabilondo para sumarse a un pacto de reconstrucción.
Tanto acercamiento entre Gabilondo y Aguado ha terminado por mosquear a Ayuso, que tal y como está la situación teme no terminar la legislatura como presidenta de la comunidad.
No obstante el colofón a la situación agrietado por la gestión del covid en pleno giro de Arrimadas apoyando a Sánchez en la ampliación del Estado de Alerta ha conseguido separarles aún más y convertirse en una vía de escape para Aguado que ya tiene justificación y puede afectar a las futuras relacciones entre populares y Ciudadanos en el Gobierno de coalición de la Comunidad de Madrid
Ciudadanos no comparte en absoluto la posición que mantiene la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con quien gobierna en coalición, y cada día está más incómodo con esa gestión. Y sí Inicialmente, el vicepresidente, Ignacio Aguado, quería pasar de fase y Ayuso, que abandonó una el miércoles no era partidaria, ahora si lo es y ha pedido pasar de fase, ninguneando a Aguado y anunciando que es una decisión de Ayuso.
Mas tarde, es decir ayer mismo, llegó la dimisión de la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, solo unas horas después de que la presidenta autonómica anunciara su intención de solicitar pasar a la fase 1 del plan de desescalada en la pandemia por coronavirus.
La directora consideraba que todavía no es momento para cambiar de fase, algo que compartían en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid debido a que la comunidad madrileña es es una de las comunidades más afectados por la pandemia de COVID-19.
Como ven si ya antes había problemas ahora estos son más.El cambio de fase en la desescalada está generando tensiones en el Gobierno madrileño.
Si (
No(
