La violencia volvió anoche a las calles de Barcelona.
La policía tuvo finalmente que cargar contra los vilentos en la ciudad condal después de que casi tres horas las arremetidas y lanzamientos de todo por parte de los encapuchados en las inmediaciones de la Jefatura Superior de Policía, en la vía Laietan.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha tachado de "intolerable" la situación que se vive en Cataluña por los altercados tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés y ha pedido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que aplique "ya" la Ley de Seguridad Nacional.
De nuevo se pudieron ver hogueras en las calles y avenidas, la mayoría en el Paseo de Gracia, contenedores como barricada. De nevo la policía tuvo que sufrir lanzamientos de objetos que hirieron de gravedad a dos funcionarios del CNP y lesiones graves a un mosso, que tuvo que ser trasladado al hospital. Cinco policías tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias.
La manifestación EN TEORÍA PACÍFICA congregó a 350.000 personas.
El llamamiento de los CDR era para devolver las pelotas que la Policía Nacional lanzó la pasada semana. La protesta comenzó con el lanzamiento de bolas de plástico a las fuerzas de seguridad y seguidamente, huevos latas de cerveza, botellas y piedras.
La policía calcula que en los alrededores de Laietana había más de 10.000 personas, entre ellos varios centenares de encapuchados.
Finalmente los efectivos de la Brimo tuvieron que cargar y abrir una zona de seguridad.
Los disturbios se ampliaron a zonas de Gran Via, rambla Catalunya y Urquinaona entre otras.
A las once la noche, la acción conjunta de la Policía Nacional y los Mossos acabó con los últimos reductos de violentos en Eixample.
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