Está acusada de un delito de asesinato con el agravante de parentesco.
Ana Julia Quezada se ha convertido en la primera mujer condenada a prisión permanente revisable. Un jurado popular formado por siete mujeres y dos hombre ha decidido declararla culpable por unanimidad del asesinato, con alevosía, de Gabriel Cruz.
Ha sido condenada a prisión permanente revisable por asesinato con la circunstancia agravante de parentesco. A esta se le añaden otras dos penas de cinco años y nueve meses de cárcel por las lesiones psíquicas causadas sobre los padres, Patricia y Ángel, y otra pena de dos años y medio de prisión por delito contra la integridad moral de los progenitores.
El auto de la juez incluye la prohibición de residir y/o acudir a Níjar, en Almería, localidad en la que ocurrieron los hechos, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de distancia de la familia del menor durante 30 años.
Ana Julia Quezada tendrá que abonar por daños morales a los padres del menor la cantidad de 250.000 euros a cada uno de ellos.
A ello habrá de sumar los gastos ocasionados al Estado en las labores de búsqueda del menor, que ascienden a la suma de 200.203 euros.
El auto describe que Quezada "cavó una fosa en los exteriores de la finca familiar y que propinó diversos cortes con un hacha en el brazo del niño provocando la fractura de cubito y radio, queriendo y siendo consciente de que aumentaba el sufrimiento de los padres del niño, pues menoscabó su salud psíquica".