Un informe elaborado ayer lunes después de que dirigentes de la formación naranja criticaran la actuación de los miembros de la Policía Nacional que participaban en la seguridad del evento dice: "Ciudadanos no siguió en ningún momento las instrucciones policiales ni sus consejos y que siempre estuvieron acompañados por agentes de paisano”.
Al margen del informe, numerosos vídeos que se difunden en la red dejan patente como es Ines Arrimadas la que busca provocar a los miembros del colectivo LGTBI a los que luego tachó de fascistas.
El plan parecía orquestado.
Begoña villacís acusó en TVE a la Policía Nacional de “tardar mucho en llegar” y actuar “de forma muy ineficiente cuando podía haber pasado cualquier cosa“. “Mis compañeros tuvieron miedo, por la situación de ser rodeados por cientos de personas”.
Sin embargo la policía dice: "Un grupo de 10 manifestantes intentaba boicotear al grupo de ciudadanos con una marcha lenta, y la policía les planteó la posibilidad de sortearlo desviándose a un lateral de la calle, Ciudadanos se negó, desoyendo en otras dos ocasiones consejos policiales".
"No fue hasta las 22:30 horas que Ciudadanos decidió que quería salir de la manifestación." Para ello fue necesario una mínima intervención policial ya que solo grupos aislados de manifestantes les siguieron a distancia increpándoles, pero sin que se produjeran agresiones directas, ni siquiera un contacto físico”.
El informe policial concluye que la protección con agentes vestidos de paisano que se dio por parte de la Policía Nacional a los dirigentes de Ciudadanos, fue “suficiente y adecuada para garantizar la seguridad” y que estuvieron arropados constantementes con la seguridad del cuerpo.
Hoy Albert Rivera, ha anunciado que va a denunciar ante la Fiscalía los incidentes sufridos por dirigentes de su partido en la manifestación del Orgullo este fin de semana en Madrid por los posibles delitos de odio, injurias y agresiones.
Lo ha hecho en una rueda de prensa en el Congreso, asegurando que se vieron "imágenes lamentables y deplorables", que constituyen un "sectarismo preocupante".
En su comparecencia Rivera ha vuelto a pedir la dimisión del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por decir que era ilusorio pensar que no tendría consecuencias "pactar con quien de una forma descarada, incluso obscena, trata de limitar los derechos humanos", en referencia a los acuerdos con Vox en el Ayuntamiento de Madrid.
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