El Partido Popular aunque ahora diga que no, ha incluido en su Ley de Apoyo a la Maternidad la propuesta de retrasar los trámites de expulsión de las mujeres inmigrantes sin papeles en el caso de que den a sus hijos en adopción. Una aberración no distinta de aquellas que llevo a cabo Hitler en Alemania, aquella otra en argentina con los niños de los asesinados por la dictadura de Videla o en época de la dictadura franquista, la que se llevaba a cabo con los niños robados.
Lo que planteaban los populares es que la demora se prolongue mientras dure el embarazo, de forma que una vez completada la entrega del niño la mujer podrá ser repatriada a su país de origen como cualquier otra persona en situación irregular si es interceptada por las autoridades policiales.
Según el PP: " Ello evitaría la expulsión, gozando además las madres que entregasen a sus hijos de la protección y garantías en igualdad de condiciones que las mujeres que viven en situación regular en España".
Ahora tras la metedura de pata se muestra indignado y se desdice cargando contra los periodistas, por aquello que viene siendo habitual en esta nueva hornada de políticos ligeros de lengua: matar al mensajero.
“Yo no he dicho nada de eso”, “ Es una barbaridad que nunca aceptaría”, porque jamás se le ocurriría al PP garantizar papeles a las inmigrantes ilegales a cambio de que entreguen a sus hijos en adopción” ha dicho.
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