Fernando Belhot, el abogado de Montevideo que fue el testaferro de Zaplana declara que entregó 2,3 millones en metálico al exjefe del Consell.
Su testimonio es clave para acusar al expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, ahora en libertad y mucho menos grave de lo que dio a demostrar y la trama nacional e internacional gestada por él para ocultar el dinero procedente de supuestas mordidas.
"Eduardo Zaplana era la figura protagónica, que decidía todo y a quien consultaban continuamente" contestó, Belhot .
Cuando Zaplana se entrevistó con Belhot , dijo: "soy empresario, tengo una empresa de consultoría y mi esposa Rosa Barceló pertenece a una familia muy importante del sector hotelero", en clara alusión al Grupo Barceló. Así mismo se justificó utilizó para acercarse al abaogado uruguayo al que definió como: "un amigo de la infancia, Joaquín Barceló, vinculado al sector inmobiliario en el sur de España" y también al que colocó como " asesor fiscal de ambos, Francisco Grau".
Aquí comenzó la puesta en marcha de nueve empresas ique se dedicaron a blanquear el dinero de las mordidas.
Una de estas empresas, Imison International, tenía sede en Luxemburgo.
Belhot les propuso que invirtieran en Uruguay "porque en el país sudamericano la jurisdicción es más barata y adecuada, por el convenio de doble imposición y de protección económica, además de disponer de un secreto bancario muy fuerte". Zaplana aceptó y le entregaron casi 8 millones de euros sin que mediara contrato alguno.
"No tengo nada firmado con Joaquín Barceló y con Eduardo Zaplana", declaró Belhot ante la jueza y la Fiscalía Anticorrupción.
Sin embargo Barceló sí aparece como representante fiscal en España de las dos mercantiles uruguayas (Disley y Misfey) creadas por Belhot.
Asegura el abogado que no sospechó del origen ilícito de los fondos, que se quedaba con el 0,75 % anual sobre el monto de lo administrado.
Después parte de ese dinero retornó a España y llegó a Zaplana a través intermediarios que le entregan dinero en metálico en cualquier parte. Fueron en total de 2,3 millones de euros entregados a lo largo de siete años, segun Belhot "pPorque Zaplana buscaba la inmediatez del dinero para utilizarlo sin que estuviera invertido".
Gracias a ello los investigadores, siguiendo la pista, lo cazaron.
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