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Tras el fracaso de la manifestación, Torra se muestra dispuesto a seguir negociando los presupuestos
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Tras el fracaso de la manifestación, Torra se muestra dispuesto a seguir negociando los presupuestos

lunes 11 de febrero de 2019, 11:46h
Apenas 45.000 personas procedentes de todo el Estado se citan en Madrid convocadas por PP, Ciudadanos y Vox para reclamar a Pedro Sánchez que llame a las urnas y acusarle de “traidor” por sus “cesiones” al independentismo

La derecha de siempre, esa derecha extremista, intransigente y rupturista ha pinchado.

La baja participación a pesar de los autobuses gratis y de los bocadillos los ha deslegitimado para exigir que Pedro Sánchez dimita y convoque elecciones. Apenas 45.000 personas, según la Policía Nacional se dieron cita en Colón. Gente venida desde todos los puntos del Estado empujada por las agrupaciones de Ciudadanos, PP y de Vox que habría dejado el Santiago Bernabéu con menos de media entrada.

Concentraciones como las de los pensionistas bilbainos tienen mayor seguimiento.

El tripartito de ultraderecha tiene un gran problema, se llama credibilidad. Los tres jinetes del apocalipsis, el cuarto lo componen las viejas glorias socialistas, baronía incluida, han dejado de tener peso en esta sociedad a la que con el engaño, pretenden robar las libertades conseguidas.

¿Dónde nos hemos metido? debieron pensar al ver que ni con presentadores mediáticos, ni con el aparato mediático a su servicio eran capaces de convencer. El papelón de los que subieron al escenario, (Carlos Cuesta, María Claver y Alberto Castillón) con un discurso repetido y de gran agresividad, fue de película de ciencia ficción.

Hasta la prensa internacional da fe del fracaso que el campeón de lanzamientos de hueso califica de éxito.

Ayer no fue un día para enmarcar y a pesar de ello será un día recordado como el día en el que Ribera y Casado se quitaron la careta para fotografiarse con su hermano político, Santiago Abascal.

Bajo el lema Por una España Unida. ¡Elecciones ya! exigiendo la convocatoria urgente de comicios para poner freno a la “Deriva suicida” auspiciada por Pedro Sánchez al negociar las Cuentas con ERC y PDeCAT acusándole de “traidor a España, la ultraderecha encontró la perfecta justificación, para salir a la calle, pese a que el Gobierno no había reconocido el derecho de autodeterminación. Ayer estos tres líderes de pulserita que se atragantan con la palabra España aun cuando la lleven en la cartera, acabaron la anunciada "reconquista" de Casado con una derrota. En la victoría de Sánchez no habrá "un antes" pero sí " un después" que auguraba Ribera, el de su foto con Abascal.

Pero el logro de Sánchez va más allá, ya que silencia al Abascal deslegitimado que maneja los hilos de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía y pedía una intevención militar en Cataluña que “sofocase" las peticiones independentistas "hasta las últimas consecuencias con un 155 indefinido y mucho más severo". “Compartimos el hartazgo de la inmensa mayoría de los españoles ante la deriva suicida de Sánchez. Estamos aquí para decirle que no estamos dispuestos a tolerar más traiciones ni concesiones frente a aquellos que quieren destruir nuestra patria”, dijo. Es evidente que DE LA INMENSA MAYORÍA NO.

Así las cosas, el 'president' de la Generalitat, Quim Torra, ha reculado y le ha ofrecido a Pedro Sánchez, seguir negociando los Presupuestos Generales del Estado a pesar de que la Moncloa diera el viernes por encalladas las conversaciones tras las enmiendas a la totalidad de ERC y PDECat.

Con los presupuestos España ganaría, pero Sánchez sabe que Torra es poco o nada de fiar.

Torra no ha perdido comba y esta mañana en En una entrevista en Catalunya Ràdio, ha puesto unas condiciones "mínimas" para permitir la tramitación: concretar la figura del relator, aceptar dialogar sobre el derecho a la autodeterminación y el fin de la represión.

"Queremos discutir a partir del ejercicio del dereho de autodeterminación de Catalunya. En estos ocho meses nunca hemos sabido cuál es la propuesta que tiene el Gobierno español para los catalanes".

Así mismo ha asegurado que no tiene intención de convocar elecciones tras la sentencia si esta es condenatoria, pero no ha adelantado qué respuesta dará el Govern a un fallo en este sentido.

Respecto al referéndum del 1-O y a la declaración unilateral de independencia del 27-O, el 'president' ha admitido que fueron actos de desobediencia.

Visto lo visto el analisis final es pinchazo de la ultraderecha y bajada de pantalones del president catalán.

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