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La policía detiene a nueve evangelistas alemanes por provocar el pánico en el metro de Valencia
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La policía detiene a nueve evangelistas alemanes por provocar el pánico en el metro de Valencia

martes 07 de agosto de 2018, 20:01h
El Juzgado de Instrucción número 6 de Valencia ha ordenado prisión eludible con fianza de 12.000 euros para los nueve detenidos que desataron el pánico en el metro de Valenciacon proclamas religiosas.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, comunica que son nueve detenidos están investigados en una causa abierta por un delito de desórdenes públicos.

Los hombres, de origen alemán y evangelistas, fueron detenidos la noche del pasado sábado, tras desatar el pánico en el metro de Valencia al realizar proclamas religiosas y gritos de "somos todos pecadores", "vamos a morir" o "arderemos en el infierno".

El grupo de hombres, de entre 19 y 37 años de edad, entraron en un convoy de la línea 3 de Metrovalencia con una gran cruz y repartieron panfletos con proclamas religiosas.

Entre las proclamas, gritaron frases como "somos pecadores", "vamos a morir" o "arderemos en el infierno", y sobre las drogas y la religión, lo que provocó un gran revuelo entre los pasajeros que llevó al conductor incluso a detener el metro, cuando circulaba entre las estaciones de Xàtiva y Alameda, en la ciudad de Valencia.

Ante los gritos de los hombres, que portaban una gran cruz y mochilas, los pasajeros "se asustaron" y cuando el convoy se detuvo salieron en estampida, en la que resultó herida leve una joven.

La estampida de gente asustada fue grabada por una cámara del circuito cerrado de televisión de Metrovalencia, un sistema de videovigilancia que permite el visionado de las imágenes en tiempo real. Esto posibilitó la rápida actuación de los vigilantes de la empresa ferroviaria y de varias patrullas de la Policía Nacional, que acudieron con urgencia a la estación de la Alameda.

Poco antes de que se produjera la avalancha, el hombre que llevaba el megáfono gritó: «¡Este metro está lleno de pecado, lleno de drogas!». Varios jóvenes no le dieron importancia a lo que escuchaban, pero muchos viajeros se asustaron y decidieron alejarse ante el temor de que los alborotadores pudieran llevar armas escondidas entre sus ropas. Segundos después, comenzaron los empujones y aplastamientos que causaron lesiones leves a dos personas.

Tras unos primeros momentos de pánico y preocupación, los policías bajaron por las escaleras del metro sin saber a lo que se podrían enfrentar. Los agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) y de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) tardaron muy pocos minutos en llegar.

Algunas personas habían llamado al 091 para alertar de que un grupo de hombres extranjeros, varios de ellos armados con cuchillos y vestidos con túnicas, proferían amenazas de muerte y gritaban frases con consignas en árabe. Dos chicas salieron corriendo porque creían que llevaban una bomba en un carro de la compra.

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