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Muere el obispo Setién a los de 90 años.
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Muere el obispo Setién a los de 90 años.

martes 10 de julio de 2018, 14:12h
El domingo sufrió un ictus, cuando estaba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos

El obispo emérito de San Sebastian José María Setién, ha muerto esta madrugada, sobre las 2 de la mañana, en el Hospital Donostia donde se encontraba ingresado en estado muy grave tras sufrir un ictus.

Según han informado fuentes del Obispado donostiarra, el obispo emérito de la diócesis, de 90 años de edad, sufrió el domingo por la mañana el episodio de ictus y, desde entonces, se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

osé María Setién fue obispo de San Sebastián entre 1979 y principios de 2000, cuando fue sustituido por Juan María Uriarte.

El funeral se oficiará el miércoles en la Catedral del Buen Pastor a las 12 del mediodía y estará presidida por el obispo Munilla.Durante sus años como obispo donostiarra, que coincidieron con los años más duros y desatados de los asesinos de ETA, Setién fue una controvertida figura por su postura afín al nacionalismo vasco así como por sus críticas a algunas acciones policiales y su denuncia de las supuestas torturas infligidas a integrantes de ETA.

Setién, nacido en Hernani (Gipuzkoa) el 18 de marzo de 1928, fue ordenado sacerdote en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián en junio de 1951 y fue consagrado como obispo auxiliar 21 años después. Tomó posesión como obispo de la diócesis donostiarra en 1979, al día siguiente de haber cumplido 51 años. Le esperaban por delante dos largas décadas como prelado en las que se convirtió en un hacedor de titulares con sus polémicas declaraciones, pastorales y homilías.

En octubre de 1955 fue designado profesor de Teología Moral en el Seminario de Vitoria y a partir de 1960 fue profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca, tanto en la Facultad de Derecho Canónico como en la de Teología, de la que fue decano. Fue autor de 14 libros, según el listado facilitado por la diócesis, el último de los cuales, titulado Un obispo vasco ante ETA (Editorial Crítica), se publicó en 2007.

Sus posiciones a favor del derecho de autodeterminación y de la negociación entre el Gobierno y ETA fueron muchas veces cuestionadas, así como sus críticas a algunas acciones policiales y su denuncia de las supuestas torturas infligidas a integrantes de ETA.

En 2006, durante la llamada tregua “permanente” de ETA, manifestó en un curso de verano de la Universidad del País Vasco, que el proceso de paz “difícilmente” avanzaría si no se producía una “flexibilidad” en los “planteamientos doctrinales” del Gobierno y de la banda terrorista, que hiciera posible que las “exigencias más radicales” cedieran en favor de “un acuerdo” que habría que “construir”.Han transcurrido 18 años entre su retirada, motivada en parte por razones de salud, y su fallecimiento, y casi 30 de su cese como miembro de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal, de la que fue también integrante de su comisión permanente.

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