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La vida en Bruselas del prófugo Puigdemont

La vida en Bruselas del prófugo Puigdemont

domingo 10 de diciembre de 2017, 12:14h

¿Cómo es la vida de Puigdemont en Bruxelas?

Puigdemont se pasa el día al lado de su amigo Josep Maria Matamala, un empresario y miembro fundador de la extinta CDC en Girona que lo ha dejado todo para estar a su lado.

Jami como se le conoce es la sombra de Puigdemont, el hombre que coordina en Bélgica los movimientos de su amigo, el que está pendiente de su seguridad, siempre unos metros por delante de él para supervisar lo que sucede a su alrededor.

Matamala es uno de las pocas personas que forman el núcleo duro de Puigdemont, ese servicio de comunicación de la llamada “Oficina del Gobierno legítimo de Cataluña” que mantiene a los medios afines informados de sus actos públicos. En ese nucleo está también Ramon Tremosa, eurodiputado del PDeCAT y uno de las personas más cercanas a Puigdemont en Bélgica.

Puigdemont estrechá su seguridad, es quizás lo que más le preocupa. Durante este tiempo se han alojado en diferentes lugares. Ahora el expresident y los cuatro exconsejeros huidos ya se han establecido cada uno en su propia residencia y con fuertes medidas de protección para evitar que su domicilio se haga público. Solo es oficial que el exconsejero de Sanidad Toni Comín vive en Lovaina.

Las apariciones públicas del expresidente y de los exconsejeros huidos son siempre son en ubicaciones distintas y se anuncian con pocas horas de antelación.

Entre sus escoltas hay agentes de los Mossos de Esquadra que oficialmente está de vacaciones para estar en Bélgica con el expresidente. Uno de los agentes es Lluís Escola Miquel, el policía que ayudó a Puigdemont a salir de España en dirección a Bélgica. Otro nombre clave es Joan Maria Piqué, su coordinador de comunicación . Piqué fue jefe de prensa de Artur Mas durante su presidencia y es conocido por su trato contundente con los periodistas. Fuentes del PDeCAT aseguran que Piqué ha vuelto a la primera linea apadrinado por Elsa Artadi, la directora de campaña de Junts per Catalunya:

Tras las ruedas de prensa , suele haber una comida o una cena, por lo general en las mismas instalaciones. La misma es para recaudar fondos. Los asistentes pagan hasta 500 euros para compartir mesa con Puigdemont y Mas. El encargado es Francesc Sánchez, abogado y exdirigente de CDC, él es quién supervisa la lista de invitados.

Pero la seguridad oficial de Puigdemont y de los exconsejeros corre a cargo del Centro de Crisis del Ministerio del Interior belga. La presencia de agentes locales es habitual en las comparecencias de Puigdemont. Un portavoz del Centro de Crisis confirma que este organismo es responsable de “garantizar anualmente la seguridad de 3.000 personalidades extranjeras, como presidentes, ministros etcétera”. “El Centro de Crisis”, añade su portavoz, “también es responsable de la coordinación de las medidas de seguridad para el señor Puigdemont y los otros ministros del Gobierno catalán”.

Curioso sin lugara dudas, Puigdemont ya no es cargo público en España y si algo es ahora, tan solo un delincuente al que la policía belga proteje.

Un apoyo clave en el blindaje del grupo de Puigdemont es el partido Nueva Alianza Flamenca . El presidente del N-VA, Bart De Wever, es alcalde de Amberes. En 2016 recibió a Puigdemont, que firmó el libro de honor de la ciudad. De Wever publicó en inglés este noviembre un ensayo sobre la evolución del nacionalismo flamenco, lleno de paralelismos evidentes con la historia del nacionalismo catalán. Su despacho en el Parlamento Europeo está decorado con carteles favorables a la excarcelación de los líderes independentistas, una bandera de Euskadi, un retrato del mito del nacionalismo irlandés Michael Collins y banderas tibetanas. El eurodiputado valora que la elección de Puigdemont para trasladarse a Bruselas no solo fue por ser el centro neurálgico de la política europea, “también porque tiene amigos políticos”. “Los flamencos simpatizamos con los oprimidos porque durante siglos hemos sido una nación ocupada”, ha declarado.

Nadie sabe de que vive Puigdemont y los exconsellers y como financiacian sus actos y la estancia en Bélgica.

Los exconsejeros hacen vidas aparte aunque todos se reúnen en actos públicos y también los martes, cuando celebran un consejo de gobierno que no pasa de ser un paripé. El lugar de este consejo se mantiene en secreto. Además de este consejo de ejecutivo alternativo, los exconsejeros desarrollan una agenda vinculada a lo que fueron sus cargos. Así Comín se reunió el 2 de diciembre con Jordi Cruz, presidente del sindicato Médicos de Cataluña; Serret, que fue consejera de Agricultura, visitó la feria Agribex apadrinada por Hendrik Vandamme, presidente del sindicato de payes flamenco ABS. Serret difundió una foto charlando con los ministros de Agricultura de Valonia y de Flandes. Ambos matizaron a la prensa que no concertaron encuentro alguno con Serret y que fue ella que se les acercó en el stand de ABS. Lluís Puig, exconsejero de Cultura, recibe a numerosas entidades catalanas e incluso participó el 25 de noviembre por videoconferencia en la inauguración de una exposición del Museo de Arte Girona, dedicada a la pintora Olga Sacharoff.

Un lugar habitualpara todos es un hotel discreto, colindante al Palacio de Justicia, donde el expresidente y su equipo han comparecido. Otro, donde Puigdemont también ha atendido a medios es en el parque Tervueren de Bruselas. Allí se produjo uno los anuncios electorales de Junts Per Catalunya porque según explica Puigdemont, le recuerda al otoño en el parque de la Devesa de Girona. En Lovaina, tanto Comín como Puigdemont han mantenido encuentros, sobre todo en la biblioteca de la Universidad Católica de Lovaina. También en esta ciudad hicieron pública la cena en casa del dirigente del N-VA Lorin Parys.

El Gobierno sospecha que Puigdemont y su equipo haya estado sacando dinero de Cataluña durante su gobierno. Dinero que ahora estarían utilizando.

Pese a que una de las razones de la huida a Bruselas era su condición de capital comunitaria, Puigdemont no ha accedido en sus seis semanas en Bélgica a los edificios de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo. La oposición de las instituciones comunitarias al independentismo unilateral le ha cerrado puertas. El Parlamento Europeo tiene además condición de territorio internacional, fuera de la de soberanía belga. Mientras estuvo la euroorden de extradición en vigor, Puigdemont no podía salir de territorio belga. Ahora que la euroorden se ha retirado, su próximo paso, de la mano de sus eurodiputados y sus socios nacionalistas europeos, puede ser llevar su cruzada también a los auditorios del órgano legislativo de la UE.

Si algo es seguro es que Puigdemont no volverá a pisar suelo español y que cuando lo haga será en alguna prisión.

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