CORONABONOS vs RESCATES ¿TÚ DE QUÉ PARTE ESTÁS? por Luis García Collado

Hablo de banderas en los balcones y es cierto, además, hay muchos políticos que animan a que esas banderas ondeen en nuestros hogares y que, además, lleven crespones negros en señal de luto por las víctimas de este maldito virus. Pablo Casado, ese privilegio académico que terminó muy bien y en un tiempo inmejorable carrera y máster, ese adalid de la derecha traicionera y desleal invita, en los medios de comunicación, a utilizar la bandera, a envolverse en ella y a luchar por y para España porque España para él, para el PP y para la derecha son lo primero. Y ojalá lo fuesen, ojalá España para ellos fuese ese gran país que es y no sólo el ansiado bocado, el objetivo último de sus anhelos, el medio para medrar y enriquecerse sin importarle lo más mínimo el sufrimiento de España y los españoles. No, amigo lector, no estoy siendo demasiado duro, no estoy atacando por atacar o estoy siendo desleal con el primer
partido de la oposición. No, no lo estoy siendo. Soy realista y pretendo desenmascarar la hipocresía de quienes se erigen como defensores de la patria y, luego, la venden y la manosean, la traicionan y la humillan para conseguir su objetivo.

Ese Pablo Casado que aboga por rebajar los impuestos a sanitarios y por aplaudirlos todos los días desde el balcón es el mismo que, con sus votos a favor, recortaba en Sanidad bajo el mandato de Ana Mato, el mismo que votó a favor de los recortes en personal, que defendía la privatización de hospitales públicos, que metió tijera a la Ley de Dependencia y la dejó sin apenas dotación. Ese Pablo Casado que quiere reducir el IRPF de los trabajadores esenciales es el que desconoce, pese a haber estudiado en una prestigiosa universidad, que educación, sanidad, servicios sociales, carreteras…, vienen de las retenciones que se nos hacen a los trabajadores todos los meses en nuestras nóminas, se obtienen de los impuestos. En lugar de pedir que se eliminen impuestos (algo que redundaría en menos contribución a lo común) podía pedir que paguen más impuestos quienes más tienen y que haya proporcionalidad en los impuestos y no que las bajadas de impuestos o de tasas beneficien a los que más tienen (y en Andalucía tenemos algún ejemplo).

Ese Pablo Casado que dice que propone medidas para ayudar a paliar la terrible catástrofe económica que nos espera a la vuelta de la esquina, con una caída del PIB de entre un ocho y un trece por ciento, con un desempleo de un veintiuno por ciento y con un endeudamiento terrible porque Europa no permite los eurobonos y con Alemania y Holanda a la cabeza ofrecen rescates y préstamos que endeudarían más a los distintos países, podría, por ejemplo, por lealtad a la bandera, por lealtad a este país, por lealtad a España haber apoyado la propuesta de España, Italia y Portugal de los coronabonos y no haber votado en contra.

Sí, querido amigo, el PP votó en Europa en contra de los coronabonos que pretendían los países del sur y que se traducían en que Europa ayudase, sin condiciones onerosas, a los países europeos que estaban siendo azotados por el coronavirus. La propuesta de Holanda y Alemania, ese regalo envenenado de los préstamos, tiene, de manera encubierta, un mayor control de las cuentas públicas por parte de Europa y, por consiguiente, la posibilidad de recortes para pagar esa nueva deuda que vamos a contraer. Más austericidio, más recortes, más sufrimiento a las mismas espaldas.

El PP, con Ciudadanos y la pertinente abstención de JxCat votaron en contra de los coronabonos. Podemos entender que a Clara Ponsatí y a Carles Puigdemont, la derecha burguesa catalana que inventó el “España nos roba” para que los catalanes no se cargaran a un Artur Más que desmanteló la sanidad catalana, no les importe mucho España pero, ¿no sienten pasión por España González Pons, García Margallo o Juan Ignacio Zoido? ¿Cómo va a votar en contra una ex Ministra de Sanidad y Servicios Sociales como Dolors Montserrat que sabe lo que es la gestión sanitaria de primera mano?. Pues sí, varios ex Ministros de España votaron en contra de las ayudas a los países europeos, varios exministros prefirieron que su país, su amado país, el país que llevan en su corazón, la marca España, se endeudara, se empobreciera y fuera humillada por los feroces del norte antes que ayudarla y apoyar al gobierno de España para conseguir de Europa los coronabonos.

Es repugnante, lo dijo el Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa, y yo lo suscribo, pero, añado, además de repugnante es indecente, es propio de traidores y de hipócritas que prefieren ayudar a hundir un país, para, de las cenizas, montar su cortijo y repartirse las partes del botín para depositarlas en cuentas Panameñas. De eso los exministros de Rajoy también saben mucho.

En Europa no se libró una batalla entre el norte y el sur, no. En Europa se libró una batalla entre la izquierda y la derecha. En Europa se luchó abiertamente por dos modelos bien distintos: el de izquierdas que quería ayudas europeas para paliar los estragos del coronavirus y el de derechas que abogaba por mantener el austericidio, por aumentar las deudas de los países con préstamos y controles de los hombres de negro. Dos bloques y ganó el que apostó por el endeudamiento de España. Gracias, PP. Gracias, Pablo Casado. Sin vosotros, los coronabonos serían una realidad y la tragedia no sería aún más negra. Gracias por pensar en España. Gracias por ser unos patriotas de bandera y unos traidores desleales.