La victoria aplastante de los de Pedro Sanchez duplicando los resultado de los Pablo Casado traerá consecuencias.

Casado no dimitirá, pero si no lo hace, lo echarán.

La pesadilla vivida ayer, es la peor película de terror vista jamás en Génova 13. Al PP se lo comieron a trocitos, lo peor es que quien lo devoró no fue el PSOE, lo hicieron los que un día fueron parte de sus filas.

El resultado por más que lo maquillen, diciendo que la derecha, el total de la derecha, no ha quedado tan mal, ha sido devastador y esto es algo que no es nuevo, tal es así que era algo esperado desde que hace dos días los datos internos que manejaba el PP, obligaran a Casado a salir desesperado a la calle para ofrecerse a Rivera y Abascal como puta de esquina. Y no, aunque lo crean, no había ganas de "relaciones" solo había desesperación.

Pablo Casado, asesorado por Aznar ha hecho al PP tocar fondo.

65 diputados, 72 menos que en las elecciones generales de 2016, no dan para mantener tantas bocas y ese tren de vida que sus líderes llevaban. Menos aun ahora, con los jueces pendientes de sus cuentas y Bárcenas en la cárcel. Ahora que resulta dificil recaudar, tampoco tocarán los sobres. Claro que siempre pueden hacer mudanza y vender Génova 13 ¡que para lo que les ha costado, todo es porte!

Aquel gran PP es ahora unas siglas, unas más, donde en principio seguirá Casado aunque no por mucho tiempo. Claro que como propietario del "master" no le será dificil buscárselas. Por delante tiene los cuatroa años como diputado, pero a diferencia de su actual status será un diputado más, su liderazgo está agotado. Seguramente habrá que esperar unos meses, tendrán que pasar las elecciones municipales, autonómicas donde todo es susceptible de empeorar más si cabe para Casado, pues buena parte de los presidentes regionales y provinciales lejos de callar, alzarán la voz.

La fragmentación de la derecha, ha machacado al PP, pero también la prepotencia de su lider que a pesar de repetir que ganó las primarias en su partido, la verdad es que perdió. Recordemos que fue Soraya Sáenz de Santamaría la que gano, pues fue a ella y no ha Casado a quien apoyó la militancia. Distinto es lo que hizo la "elite azul" torciendo la voluntad de los suyos. En el castigo está la penitencia, 70 escaños menos.

El PP ha perdido la mitad de sus votos, un batacazo sin paliativos que no encontrrá consuelo, ya que no podrá sumar sus escaños a los de sus "compañeros" de la derecha , para gobernar. Tal es así que el futuro de Pablo Casado está en el aire.

En el PP habrá cambios, el liderazgo del bloque de derechas (el centro derecha ha desaparecido) ya no es solo del PP y Casado tampoco es el lider de la oposición.

Gabriel Sánchez