La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 73 años acusado de matar de un disparo en la cabeza a una mujer con la que mantenía una relación y enterrar el cuerpo en Sant Salvador de Guardiola, en la provincia de Barcelona. El crimen ocurrió en 1981, la víctima tenía 25 años y estaba embarazada de 5 meses.
En 1999, 18 años después del crimen, el propietario de una finca de la localidad barcelonesa hizo un agujero para plantar un olivo y descubrió los restos de una persona y también los de un feto. La mujer presentaba un disparo en el cráneo y un golpe en la mandíbula, pero su identidad era totalmente desconocida.
Los agentes de la Guardia Civil hicieron en su momento un retrato robot de la víctima basándose en la forma del cráneo. Pudieron extraer ADN de los restos pero las técnicas, entonces, no estaban tan avanzadas y no lograron ningún resultado.
A finales de 2017, la hermana de la víctima, que la buscaba desde 1981, fue a una comisaría para intentar tener más información. Dio su ADN y éste coincidió con el de los restos localizados en Sant Salvador de Guardiola en 1999. La hermana explicó que en 1981 ella tenía una pareja que se dedicaba a importar perros de Alemania y un hombre, el ahora detenido, era el traductor de los papeles. Este individuo les pidió que le presentaran a una chica y así fue como conoció a la víctima.
Este individuo, que ahora tiene 73 años, estaba casado y tenía 3 hijos en Madrid. Mantenía con la víctima una relación clandestina y era el dueño de los terrenos de Sant Salvador de Guardiola donde apareció el cadáver de la mujer por casualidad en 1999.
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