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Los trabajos en las alhondigas de Almería rozan la esclavitud, trabajos plagados de humillaciones y silenciados por miedo al despido, con la administración y sindicatos haciendo la vista gorda.

Los trabajos en las alhondigas de Almería rozan la esclavitud, trabajos plagados de humillaciones y silenciados por miedo al despido, con la administración y sindicatos haciendo la vista gorda.

Los trabajos en las alhondigas de Almería rozan la esclavitud, trabajos plagados de humillaciones y silenciados por miedo al despido, con la administración y sindicatos haciendo la vista gorda.
viernes 17 de noviembre de 2017, 11:11h

Todas las mujeres con las que hemos hablado, evitan dar la cara, temen que al hacerlo puedan perder el puesto de trabajo. ¿Dónde estan los sindicatos? ¿Dónde está el gobierno? se preguntan. "Somos esclavas del siglo XXI y también madres que no podemos perder el puesto de trabajo porque hacerlo significa no poder dar de comer a nuestros hijos". " Callamos porque no tenemos más remedio, denunciar lo que sucede conlleva ser despedidas".

Desde este medio daremos voz de forma anónima a estas mujeres que sufen explotación laboral en almacenes de envasado, una explotación que en muchos casos roza la esclavitud.

Gritos, humillaciones y precariedad laboral en el sector del envasado. El 60% de las trabajadoras están obligadas a cambiar de almacén cada temporada por falta de contratos estables. Esta es la situación que denuncian de forma anónima las trabajadoras sin que desde la administración nadie haga nada.

Denunciaba una mujer en un reportaje publicado por Diario Público que “esta tarde en el trabajo ha muerto un compañero. Parecía un desmayo. Tan habitual es que alguien se desmaye que no le hemos dado ni importancia. Al poco rato han llegado los rumores de que había sido un infarto o un ictus”.

Nadie dice nada, todas callan por temor a las represalias. Quien levanta la voz, es despedida,

Juana, envasadora y natural de Vicar, utilizando para no ser descubierta un nombre ficticio narra a Público como había presenciado la muerte de uno de sus compañeros que permaneció de cuerpo presente durante horas frente al puesto de trabajo. “Nadie podía creerlo. La máquina seguía vomitando tomates a toda velocidad. La música era ensordecedora por encima del ruido del almacén "

Un muchacho joven acababa de morir en su puesto de trabajo a apenas unos metros de donde ella se encontraba. " No me explico cómo hemos podido seguir trabajando entre llantos y susurros”, dice.

En el reportaje se habla de Almería como primera potencia mundial en el cultivo intensivo de frutas y hortalizas, sin embargo nada se dice de lo que sucede en los almacenes donde miles de mujeres son explotadas para mantener una industria que según cuentan "se sostiene a través de la humillación laboral y la connivencia con la burguesía local”, destaca a Público uno de los pocos que se han atrevido a hablar. Se trata de José García Cuevas, portavoz del SAT en Almería, a nivel provincial.

Según dice 20.000 mujeres soportan situaciones de absoluta precariedad y humillación y añade " no solo vulneran el convenio también se atenta contra la dignidad humana de estas miles de mujeres de cientos de nacionalidades que, en muchos casos, permanecen en pie más horas de lo permitido en jornadas que superan los dos turnos".

Un trabajo agotador donde las envasadoras realizan movimientos repetitivos mientras los encargados van exigiendo con gritos más velocidad. " Mejor callar y aguantar carros y carretas, si reclamas te la juegas pues no vuelven a contar contigo".

Para no hacerlas fijas como el convenio exige deben trabajar durante tres campañas seguidas. " Te llaman las dos primeras y en la tercera no te cojen" aclara José como responsable del SAT. Según el convenio, el precio de la hora de trabajo está en seis euros y medio, aunque lo normal es que cobren menos de cinco

Dentro de los almacenes de envasado hay normas no escritas de obligado cumplimiento como "no ir demasiadas veces al baño o a beber agua, no negarse a trabajar en festivo, no pedir los días que corresponden de asuntos propios, no preguntar por la reducción de jornada por cuidado de hijos y hacer regalos a las encargadas o jefas de línea para caerles bien. Además de estar 15 minutos antes en tu puesto de trabajo y quedarte recogiendo después de fichar" . Las trabajadoras saben lo qué ocurre si se enfrentan. “Si no cumples esta norma puedes estar despedida o provocar que no te llamen otra campaña ya que sus contratos temporales las ponen a merced del contratador” declara a Público una representante de Podemos Almería que denuncia que el miedo está implantado como si de una norma más se tratara.

Todas temen ser despedidas, tener un accidente laborales y ni hablar de hacer huelga o denunciar a una determinada empresa e incluso a contar su historia a través de las redes.

Y mientras tanto, ¿que hace la Delegación de Agricultura de Junta de Andalucía en Almería?

Nada, absolutamentente nada. Hacer la vista gorda y cuando hay una denuncia, que raras veces se da la respuesta habitual suele ser " que son casos aislados" " La mayoría del sector cumple el convenio”. " La realidad es otra. Estos casos son solo la punta del iceberg de un maltrato generalizado y asumido como normal por trabajadoras y empleadores, aunque solo salgan a la luz los casos más graves". “Existe un gran miedo a denunciar por la falta de alternativas de empleo”, declaran desde Podemos Almería.

¿Qué opináis de esto? - publicaba una joven en Facebook. La imagen era de la la Nave de envasado de la Alhóndiga La Unión, situada en el polígono Primores. En la misma se veía a una de las trabajadoras con una llave de cartón gigante y una cuerda llena de mierda que debía de colgártse si quería ir al baño”. Esta envasadora denunciaba en redes cómo en una línea de 30 y 40 mujeres te obligan a pedir la vez sino quieres “mearte encima”. “Colgarse la llave gigante inventada por las jefas es para humillar a las trabajadoras”.

Podemos Almería ha sido él único partido que ha denunciado la situación, el resto no ha abierto la boca. El PP no se pronuncia y del PSOE ¿ qué decir? ni está ni se le espera, de el depende la Delegación de Agricultura y del delegado el que esto no ocurra. La incompetencia del Delegado es manifiesta.Sin embargo no es el único, tampoco los sindicatos hacen nada y la pregunta es, ¿ para que sirven?

Sin embargo tras el reportaje de Público, otros medios como Nuevodiario.es se han hecho eco de la situación y el miedo por parte de las trabajadoras parexce irse perdiendo aunque sea de manera anónima. Hasta nuestra redacción llegan denuncias de la situación que viven estas mujeres. Así Sanfy, nombre ficticio como el resto denuncia: " Yo he sufrido casos como que a las 6 de la mañana te digan, " VAYA MANADA DE GUARRAS COMO TENÉIS LA LÍNEA, CUANDO ERA EL OTRO TURNO QUE NO HABÍA BARRIDO, ABUSO DE AUTORIDAD, IR AL BAÑO Y LA JEFA DE LÍNEA DETRAS EN LA PUERTA DENTRO DEL BAÑO """VAS CON ESCOLTA AL SERVICIO" NO PUEDES BEBER AGUA. NO PUEDES PREGUNTAR ETCCCC.... FAMILIARES MIOS, PERDER ANTIGÜEDAD POR QUEDARSE EMBARAZADA Y DEJARLA EN LA CALLE 1 AÑO DESPUÉS DE LLEVAR 15 AÑOS EN LA EMPRESA. NO HACERLA FIJA DESPUÉS DE TODOS ESTOS AÑOS. CAERTE UN PALET EN EL PIE Y CON SANGRE SEGUIR TRABAJANDO POR QUÉ SI DICES QUE VAS AL MÉDICO, DESPIDETE DE VOLVER A IR, POR QUÉ DIRECTAMENTE VAS A LA CALLE".

Otra es Isabela que dice: "Yo me considero una mujer muy luchadora y trabajadora y puedo decir que es verdad todo lo relatado en el articulo.Estuve trabajando una campaña en La Union y nos trataban como a los esclavos ,con las maquinas a toda velocidad y sin miramientos hacia nosotros.Una muchacha se desmayo en su primer dia y la dejaron encima de una mesa hasta que han venido sus familiares a recogerla. A mi personalmente despues de trabajar varios dias desde de 9 de la mañana hasta cuando ellos decian que podriamos ir 12 o 1 de la noche(no te daba tiempo ni de limpiar el mandil) ,dia siguiente a las 9 de la mañana cuando tuve que pasar la ficha de presencia me di cuenta que se me olvido en el otro mandil.Uno de los jefes me dijo que menos mal que no olvido a llevar la cuchara a la boca. Esta fue la ultima umiliacion que colmo el vaso .....sali corriendo a la oficina donde les pedi la baja. Nunca imagine que se puede tratar a las personas de esta manera....Estas mujeres merecen mucho mas respecto y un sueldo digno ......pero en este sector hay muy pocos controles y muchos sinverguenza que ocupan puestos que no merecen"

Entre los datos que aporta el reportaje hay uno de gran interés. El 70% de las trabajadoras son eventuales y el otro treinta pertenecen a personal fijo que intentan destruir poco a poco”. El miedo entre el colectivo es más que latente y la idea de dar su testimonio alerta a muchas de estas mujeres.

Ana dice: "Totalmente cierto, trabajé varias campañas y todo lo que comenta este artículo es cierto por que he pasado por todo ello" y nos reprocha. "A ver si haceis algo de una vez".

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el trabajo en los festivos que depende de si hay género o no. Si hay no te puedes negar, hacerlo conlleva el despido. A ello se añade que si bien conoces la hora de entrar a trabajar, no conoces la hora de salida. “Los turnos nos lo dicen de un día para otro. Y tenemos que llegar un buen rato antes de la hora para que nos dé tiempo a ponernos la bata y estar 15 minutos antes en la línea”, denuncia Elisa que añade: “Hay mucho ruido y tienes que trabajar muy rápido porque si no se llena la cinta y hasta se caen los tomates. No quieren parar, están todo el rato metiéndonos prisa a voces”. Las jornadas de trabajo "se alargan hasta las once horas sin cobrar los turnos extras a otro precio. Además la bata y el gorro nos lo descuentan de la nómina, es una injusticia”.

Vanesa es otra de las mujeres con nombre ficticio que se ha puesto en contacto con esta redacción.

"Yo fui trabajadora en el sector y la verdad en algún momento olvidé el tipo de trato que se da a una envasadora era cómo dieciocho años más joven y justo ayer mencionaba con mi marido aquella vez que una señora falleció en su puesto de trabajo con un infarto cerebral, o aquella compañera que ya no lucha por recuperar su espalda tras partir su columna en varios trozos por intentar desatascar el robot de la máquina del tomate, o ese mantenimiento que se amputó un miembro por estar reparando una máquina...esta noticia me hace ver que en Almería estamos destinados a que nada cambie por mucho tiempo que pase y por eso salí de allí".

Tal es la situación que son ya muchas las voces que empiezan a formar coro mientras el silencio de nuestros gobernantes se mece en la indecencia.

Elisa denunciaba en el reportaje de nuuestros compañeros de Público " lo peor es cuando riñen públicamente por ir al baño" “Una mujer acababa de entrar a trabajar ese día y además tenía la regla....la jefa le gritó en este trabajo vas a durar cuatro días, eres una floja”. A menudo nos grita “vaya grupo me ha tocado este año, no sabéis trabajar, hay que darle más a las manos”. Elisa no se explica cómo a su edad las mujeres soportan estas humillaciones. Son ya muchos años y he visto muchas cosas, aunque hay unos sitios mejores que otros parece que cada año nos tratan peor.

Esta es la situación que iremos denunciando.

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