Del palacio de la Generalitad a Estremera.

Inaugurada por el que luego sería su inquilino, Francisco Granados, el Centro Penitenciario de Madrid VII -situado en la localidad de Estremera, a 67 kilómetros de Madrid es desde ayer la residencia de Oriol Junqueras, una prisión por cierto donde se han registrado el mayor número de agresiones a funcionarios de prisiones de toda España. El último tuvo lugar el pasado miércoles en su patio del módulo 2 donde se registró una pelea entre presos.

Francisco Granados, ingresó en la misma, hace más de dos años, en octubre de 2014, apenas seis años después de que él mismo tuviera el honor de inaugurarla y donde estuvo recluido cerca de tres años en prisión preventiva.

Estremera no es un resort de lujo pero es la cárcel más moderna de la Comunidad de Madrid, inaugurada en el 2008 por el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Es una prisión situada en el límite provincial entre Madrid y Cuenca que cuenta con 1.214 celdas de 11 metros cuadrados distribuidas en 16 módulos y capacidad para acoger a 1.500 internos don Junqueras y sus exconsellers podrán encontrarse con Sergio Morate, el condenado por el asesinato de dos chicas jóvenes en Cuenca, aunque también con Luis Pineda, presidente de Ausbanc, inquilino de una de sus celdas.Alli cumplió ambién condena el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra.

La prisión, que costó 100 millones de euros y ocupa una superficie construida de 91.761 metros cuadrados, cuenta con los servicios sanitarios, deportivos y educativos habituales en un centro penitenciario, aunque también de los llamados 'módulos de respeto', lugares en los que los presos se responsabilizan de las normas de convivencia y donde Junqueras y el resto podrá poner en valor sus dotes de gobernanza, aunque eso sí absteniéndose de mirar por encima del hombro a sus vecinos.

El centro cuenta con un edificio en el que está la enfermería, que cuenta con 64 camas, acoge también una consulta bucodental y equipos de telemedicina, lo que evitará salidas innecesarias de los internos a los hospitales de la zona. Dispone además de un gimnasio, un polideportivo, piscina, biblioteca, aulas, salas audiovisuales y un salón de actos.

Ayer Oriol Junqueras, exvicepresidente y máximo dirigente de ERC, fue al primero en tocar el piano como llaman en el argot penitenciario a la toma de las huellas dactilares y posar cual diva para la foto. Detrás de él lo hizo Joaquim Forn y tras este Raúl Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Carles Mundó y Santi Vila, mientras las dos exconsejeras ingresaron en la cárcel de mujeres de Alcalá de Henares.

Anoche durmieron en el módulo de ingresos, hasta que sean alojados las celdas dobles que corpartirán con otro recluso. Las celdas no distintas de las del resto de reclusos, no tienen siquiera televisión, aunque podrán tenerlas si las pagan de su bolsillo. Lo que peor llevarán será la disposición monetaria, algo menor que lo que cobra un parado como ayuda familiar, 400 euros al mes, repartido en 100 euros semanales que podran utilizar gracias a una tarjeta monedero que le deben recargar familiares y amigos. Eso si no tendrán gastos