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LAS DIFERENCIAS SON FUNDAMENTALES.

lunes 27 de noviembre de 2017, 16:34h

En el escenario preelectoral de Cataluña ante el 21-D, hay grandes e
importantes diferencias entre las diversas fuerzas políticas que se presentan
a esos comicios. Diferencias que van a ser a mi juicio, el factor que a la hora
de esa transcendental decisión, de ir a votar y de hacerlo en definitiva a
aquella fuerza que se estime la mejor, van a pesar mucho. Porque las
diferencias son sustanciales, entre unos y otros, y entre los unos entre si, y
las diferencias entre los otros, que son muy significativas, y me da la
impresión que los electores lo van a tener muy en cuenta.
Quizá haya quien solo vea un bloque frente a otro, los independentistas
frente los constitucionalistas. Y la verdad, no es así de simple, porque
tampoco es una guerra de trincheras en las que cada bando tiene por único
objetivo eliminar al otro.
A mí me parece, que el actual escenario hay que mirarlo a través de un
microscopio de calidad, y así se podrán contemplar las diferencias que el
fracaso del “Proces”, y la disolución de “La aparente unidad monolítica,
del independentismo, que ya no es tal”, que ofrecen matices sumamente
importantes detectar, y que van a cooperar a la hora de tomar la decisión y la
acertada puntería que quiera cada cual, dar al voto el 21-D.
Veamos las diferencias: El fugado Puigdemont desde su turismo político en
Bruselas, sigue cosechando fracasos al tener que presentar la candidatura
Junts per Catalunya, que es el nuevo nombre que ha decidido Puigdemont,
pero que ha sido la lista del fracaso de la unidad que pretendía.
Y las afirmaciones en el acto de presentación negando la existencia del
Estado español, que según sus palabras no sirven ni la Constitución, ni el
Congreso de los Diputados, ni el Senado, ni las leyes y Tribunales, y a
continuación afirmó que el Estado “Sois vosotros” dirigiéndose a quienes lo
escuchaban. Y la descripción de su candidatura como la que “Rajoy no
quiere que gane”, y exigir que los partidos acepten los resultados del 21-D,
como otra joya “de que hay que votar si Cataluña debe de seguir en la
UE”, han sido en mi opinión, propuestas de escasas convicciones para
votarle sus candidatura. Y sobre todo, porque no ha dicho si piensa volver a
España, que es donde tiene que enfrentarse a las responsabilidades judiciales
por los delitos cometidos y que tienen que juzgarlo y presumo que condenarlo
por el Tribunal Supremo.
Pero Puigdemont de eso no habla, como tampoco ha hecho ninguna
proposición desde “Su exilio de magnate millonario” que contemplase la
la recuperación de las empresas que se marchan de Cataluña precisamente
por la inseguridad política que el mismo ha provocado, la creación de empleo,
la mejora de la sanidad y de una educación sin adoctrinamientos, ni ninguna
otra que supere la fractura social y el aislamiento internacional de Cataluña, y
así….suma y sigue. Sigue con “sus falsedades”, como la de afirmar que:
“En estas elecciones se decidirá si los catalanes aceptan ó no, el
artículo 155 que ha adoptado de forma ilegal el Gobierno”.
Sin temor al ridículo más espantoso, Puigdemont afectado quizá por los aires
belgas, sigue mintiendo y tratando de confundir, y debe de ser el único que
aún no se ha enterado que “Celebradas las elecciones el 21-D, ya no
habrá articulo 155, puesto que habrá terminado gane quien gane en
estos comicios autonómicos”. Pero él sigue mintiendo, tras el fracaso de
la Independencia y la República, que abandonó con sus pantalones
ensuciados por el miedo.
Y llamar a que las fuerzas contrarias a la independencia, para que acepten los
resultados del 21-D, es una fantochada de este Puigdemont que sigue
creyéndose que es el “Zar catalán del Siglo XXI”, pero no se atreve a
volver a Cataluña para ser juzgado. Da la impresión, que ha perdido las
perspectivas de su futuro. Un futuro que tiene más cerca la cárcel que un
escaño en el Parlament. Y esas diferencias fundamentales entre lo que ha
sido Puigdemont, lo que sigue siendo, y las necesidades de Cataluña, los
catalanes van a expresarlo con sus votos.
En el abanico de fuerzas políticas que van a participar en los comicios del 21-
D, se encuentra Junts per Catalunya de los “Fugados a Bruselas”; ERC-Cat
Sí, que lidera Oriol Junqueras pero con Marta Rovira como aspirante a
Presidenta de la Generalitat; el PSC liderado por Miquel Iceta que se presenta
en coalición con Junts per Avanzar con el ex de Unió Ramón Espadaler;
Ciudadanos; el PP; CeC-Podem la coalición entre la marca Podemos en
Cataluña y los Comunes de Ada Colau; la CUP; PACMA, y Recortes Cero-
Grupo Verde.
Bueno pues, entre todas estas fuerzas, y en mi opinión las diferencias hoy
son bien notables, ya que el “Proces independentista y Republicano ha
sido un fracaso”. Fracaso que han tenido que reconocer destacados líderes
promotores del “Proces”, que aunque en ese reconocimiento estuviera parte
de la estrategia para su defensa ante los Tribunales, hoy están apareciendo
como “Gancho electoral” en algunas formaciones, el intentar el “Segundo
Proces separatista” de muy diferentes formas, y aunque la meta de los
mismos siga siendo la creación de un “Estado propio en Cataluña”.
Por citar a alguno, la CUP a través de sus ex-diputados Anna Gabriel y Benet
Salellas han reconocido en una reciente entrevista al periódico El Punt Auvi,



que serian capaces de recurrir al uso de la violencia para rebelarse y
desobedecer la Constitución.
Y por el grupo de Ada Colau-Podemos, después del balance catastrófico de
sus dos años de alcaldesa de Barcelona, una de las capitales más importantes
de Europa y que hoy es ingobernable con sus 11 concejales y un pleno
municipal de 41 concejales. Y si fuera poco, haciendo gala de su hipocresía,
que ha favorecido al independentismo y al separatismo de Puigdemont y Cia.
Y además ha contribuido a la división de los partidos independentistas en dos
bandas – perdón, quería decir bandos – creo que ha hecho meritos para
tener una reducidísima presencia en el Parlament, y ni tan siquiera creo yo,
vaya a servirle para decidir la constitución del futuro Govern.
Y de entre los partidos “No independentistas”, también se han manifestado
diferencias que hoy son evidentes, porque el Constitucionalismo no es el
certificado de “Buen partido”, y de poseedores de “la verdad absoluta”,
es decir, que todos los partidos constitucionalistas “No son lo mismo”.
Pues van a ser las elecciones, y sus resultados los que podrán terminar con
las conjeturas que se permiten hoy los sondeos y las encuestas, elucubrando
las mayorias parlamentarias, que si bien se pueden tomar como referencias,
en las que solo el PSC y Ciudadanos suben sus expectativas, son solo las
tendencias a 25 días del 21-D, y que es de esperar sigan incrementándose.
Pero de entre los perdedores, está Xavier García Albiol candidato del PP que
no va a poder impedir, el fracaso asegurado de su candidatura en estos
comicios. Fracaso que va a ser el fracaso del PP en Cataluña pero a su vez el
del Gobierno de Mariano Rajoy, en Cataluña y en toda España.
Y de Ciudadanos, ya lo decía en mi anterior artículo, Inés Arrimadas, ha dado
un buen traspié, continuando con las críticas al líder socialista Miquel Iceta
que se propone sin ser independentista, un programa para acabar con el
clima del frentismo, contrariamente a lo que ánima el partido de derechas
Ciudadanos. Arrimadas además, no tiene ninguna experiencia ni otro
programa en estas elecciones, que el plantearse como si fuera una guerra,
“contra el independentismo que hay que librarla de trinchera a
trinchera”.
Es precisamente el trabajo realizado para evitar el caos económico y la
fractura social, el que ha situado a Miquel Iceta y al PSC como el mejor
candidato a President de la Generalitat.
Y tanto que hay diferencias, haberlas las hay, y la incógnita hoy, de lo que
sucederá tras el 21-D, solo va a depender de la capacidad de la mayoria de
participar en los comicios – que ya se apuntan con una participación superior
al 80% - y de saber discernir a la hora de emitir el voto, si se hace por uno

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de los partidos que sería la “revancha secesionista”, ó se vota al partido
que defiende la superación de las divisiones mediante los convencimientos en
la sociedad catalana, que es lo que está proponiendo Iceta y el PSC, porque
ahí se encuentra la única solucion del problema actual en Cataluña.
El PSC, ya ha dejado muy claro, que “no investirán a ningún partido
independentista, ni tampoco a Inés Arrimadas aspirante a la
Presidencia de la Generalitat , un partido de derechas Ciudadanos”.
Y es que hay una corriente de opinión muy seria a favor de que Iceta sea el
futuro President, incluso aunque Arrimadas fuese más votada, porque lo que
está clarísimo es que jamás de los jamases esta candidata, va a contar con
el apoyo de Ada Colau para hacerse con la Generalitat.
Y si a la hora de votar, los catalanes lo hacen primando valores como la
decencia política, la honestidad, el respeto al ciudadano, la integridad y el
simple sentido común, yo estoy convencido que votaran Miquel Iceta, votaran
PSC.
Observar las diferencias hasta el 21-D, va a ser fundamental para que la gran
mayoria de electores vayan a participar, y que el buen sentido de los
votantes se dirijan con su voto a la opción de Miquel Iceta. Se lo estuvo
ganando, de lo está ganando….y se lo merece Cataluña.
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