Estamos tan saturados del “desafío Catalán “, que mi intención primera al sentarme a escribir mi artículo semanal en este diario iba a ser para contar algo gracioso, algo simpático que desengrasara tanta manipulación que nos asalta por tierra, mar y aire.
Pero aunque no tengo ningún sueldo público, tengo responsabilidad de estado, por lo que no puedo mantener mi tradicional desdén ante el drama que nos acecha, no por la posibilidad de un desmembramiento de un territorio, sino de quien hemos puesto en el siglo XXl a defender la unidad nacional, a unos sospechosos corruptos individuales, que de forma colectiva forman el Partido Popular, imputado por trama organizada con fines criminales, según el atestado de la justicia, la investigación de la Guardia Civil y la percepción del más tonto que haya en la plaza de mi pueblo, pidiendo tabaco a todo el que pasa.
A día de hoy y como sucede en todos los conflictos, siempre hay daños colaterales y en esta ocasión los perjudicados de esta somanta de basura que busca el miedo, es sin duda nuestro perseguido por excelencia ,nuestro Leopoldo López de mi arma, al que hemos dejado tirado junto a Venezuela de mis amores, sin un titular en portada de sus penurias de la noche a la mañana, con lo que me gustaba a mi ver a Lilian Tintori, más que por su sensual estampa, por la facilidad para mentir sin que se le caiga la cara de vergüenza.
Ser andaluz, me impide posicionarme en favor o en contra de las decisiones que el pueblo catalán haya decidido hacer desde su parlamento democráticamente elegido, pero si dura tres días más la campaña de desprestigio hacia el derecho a decidir, os aseguro que cedo mi palacete en la avenida de las palmeras sevillana, para que monten una embajada la Republica Catalana saliente del Si al referéndum del primero de octubre, que la fecha más bien parece un parte médico del hospital madrileño y que por cierto la misma efemérides en que se nombró jefe de estado al generalísimo en 1.939.
Con este breve relato lo que pongo de manifiesto es mi hartazgo de aguantar a ineptos políticos nacidos a la sombra del ¡! Gibraltar Español ¡!, que no solo saben arruinar las arcas públicas sino que además nos dan lecciones de Democracia y respeto a las leyes, cuando lo que deberían hacer era promover un referéndum en el peñón de Gibraltar, para saber si los llanitos quieren ser españoles, y de lo que aprendan de ese acto, sacar las conclusiones de porque cada día hay más insumisos catalanes hartos de financiar catetos que dispongan de su futuro.
Y todo esto sin acritú.
Si (
No(
A favor (
En contra (
